Jerez

«La imagen que demos será fundamental para el futuro de las cofradías»

El ganador de las elecciones propone una manera diferente de gestionar los recursos de las corporaciones Pedro Pérez. Presidente de la Unión de Hermandades

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Pedro Pérez Rodríguez es el nuevo presidente de la Unión de Hermandades. Técnicamente aún no lo es, puesto que su candidatura debe recibir ahora los avales del Obispado, pero la toma de posesión de su cargo la hará este abogado de profesión en el próximo mes, toda vez que el resultado de las pasadas elecciones a la presidencia del Consejo Local de Hermandades le situaron en el máximo puesto de responsabilidad de las cofradías de la ciudad. Y llega con ganas de comenzar a trabajar, y con las ideas muy claras sobre lo que quiere para el mundo cofrade.

-No me negará que unas elecciones desgastan...

-Cuando me presenté, tenía claro que no haría campaña electoral. Aquí no hay vencedores ni vencidos, no existe el miedo a perder ni el ansia de ganar. Es evidente que quería ser presidente de la Unión de Hermandades y que creía que podía aportar mi esfuerzo e ilusión para engrandecer, todavía más, la Semana Santa de Jerez, la más hermosa del mundo. Si no lo creyera, no me habría presentado. Pero si hubiera perdido, sería feliz paseando en las bullas de los pasos o viendo una recogía cualquier día de nuestra Semana Mayor.

-¿Si los hermanos mayores le han hecho la campaña, en realidad quienes se han desgastado son ellos entonces?

-Sin ganas de entrar en polémica con el anterior presidente, que ha hecho un esfuerzo encomiable por nuestras corporaciones, no puedo estar de acuerdo con esa afirmación de Manuel Muñoz Natera. No he mandado a nadie a hacer campaña, no he pedido un solo voto. Expliqué mi programa y mi equipo de trabajo con antelación y posteriormente mandé una carta a cada hermano mayor, y me he puesto a su disposición por si alguno necesitaba alguna aclaración sobre algún punto de mis objetivos. Si algún hermano mayor ha intentado que me vote el resto, no soy yo quien ha movido esos hilos. Y me parece respetable todo lo que hagan los hermanos mayores.

-¿Qué le ha parecido la gestión de Muñoz Natera? ¿Hay tantas cosas que mejorar?

-Nadie me habrá escuchado decir jamás que hay que hacer las cosas mejor de lo que se hacen ahora. Mire, Muñoz Natera ha entregado cinco años de su vida a las cofradías de la ciudad y tiene una amplísima experiencia en el gobierno de las hermandades en la diócesis. Es un hombre de Iglesia que seguro ha intentado aportar todo lo que ha podido a las hermandades, y desde aquí quiero agradecérselo públicamente. Simplemente propongo una manera diferente de gestionar, de entender los cometidos de la Unión de Hermandades. Y esa idea la han compartido la mayoría de los hermanos mayores, aunque el resultado haya sido tan apretado.

-¿Esa desunión es tan negativa?

-¿Desunión? No creo que haya desunión en el Consejo, todo lo contrario. Todos mis hermanos mayores luchan para que las cofradías aporten a la sociedad más de lo que actualmente aportan, todos quieren mejorar. Y a ese proyecto es al que yo me sumo, al de aportar más cosas, al de crecer juntos. Que me hayan votado 21 de los 40 hermanos mayores me motiva para convencerles, para no bajar la guardia, para ser hermano mayor de todos. Estoy convencido que los hermanos mayores se van a sentir representados con el Consejo que presidiré los próximos cinco años.

-¿Cuáles son los objetivos reales de la Unión de Hermandades?

-Esos objetivos los define la normativa diocesana. A mí me corresponde ponerlos en práctica, y lo haré desde el consenso y el diálogo. Incluso la participación de mis hermanos mayores. ¿Por qué no puede el pleno participar en la elección del pregonero, por ejemplo? Que cada uno aporte una terna de oradores no hace sino enriquecer las posibilidades de elección de la comisión permanente. Trataremos de coordinar, de gestionar, sin ser una hermandad paralela.

-Eso incluye la supresión de algunas actividades...

-No lo enfocaría así. Eso incluye la coordinación de las que ya hay, que son muchas, y que realizan las propias cofradías. Y allí donde ellas no lleguen estaremos nosotros para hacerlo, o para ayudarles a que ellos lo hagan. Y si está refiriéndose a la caridad, hay que ser muy demagogo para pensar que la dejaremos de lado, ésa es la verdad.

-¿Estarán presentes los pobres entonces en su legislatura?

-Todos estamos preocupados por la situación social actual, y este presidente el primero. Simplemente he propuesto, y así se ha aceptado, cambiar el modo de gestión del dinero de caridad. La Unión de Hermandades recauda un dinero que es de las cofradías, y por tanto les compete a ellas hacer su caridad. Hay Cáritas parroquiales que viven al límite, ayudas que hacer en hospitales, en zonas muy desprotegidas... Las hermandades, con este ingreso extra de dinero, podrán hacer frente a estas necesidades. Y yo confío plenamente en que cada hermano mayor sabe gestionar el dinero repartido a su hermandad con criterio y eficacia.

-Confianza en el pleno, una expresión poco usada.

-Ellos me han elegido. Soy presidente por ellos. ¿Cómo no voy a confiar en quien me ha votado?

-¿Incluso si en algún momento, como pasó con el Sábado Santo, le ponen entre el Obispado y las hermandades?

-Que quede claro, yo me debo a mis hermandades, con un respeto total por la máxima autoridad religiosa de la diócesis, nuestro obispo diocesano. Ya le he expuesto este tema al prelado, y lucharé para que los anhelos de mis hermanos mayores se hagan realidad. En todo distanciamiento hay puntos de vista que nos unen, así que preguntaremos las necesidades pastorales de la diócesis para intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a las dos partes. Pero yo soy el representante de mis hermanos mayores, pertenezco a las cofradías.

-Necesitará de todas sus habilidades profesionales para que la Carrera Oficial sea más solidaria.

-Es una barbaridad que las elecciones sean en octubre, porque nos deja sin margen de maniobra en el primer año de la legislatura. Propondremos y pediremos a cada hermandad, de manera individual, un estudio riguroso de la Carrera Oficial actual, en qué les beneficia, qué cambiarían... Y buscaremos un itinerario que sea solidario para todos, que entendamos que ya no hay que modificar más en algún tiempo, pero con una premisa básica: no podemos perder ningún palco.

-¿Pero dará tiempo de cambiarla, porque es obvio que se cambiará, para la próxima Semana Santa?

-Creo que no, pero no quiero ser categórico en mis afirmaciones. Es evidente que la Carrera Oficial necesita una reforma, me atrevería a decir, que integral. Y llevará bastante tiempo poner de acuerdo a todos los hermanos mayores, conseguir un itinerario solidario, y ponernos a disposición del gobierno municipal para, con la máxima colaboración por las dos partes, hacer realidad la nueva Carrera Oficial.

-¿Pregonero, cartel, imagen del víacrucis y tantas otras decisiones se han abordado ya?

-No. Y las hermandades tendrán un papel activo en esas decisiones. Propondrán ellos, y nosotros estudiaremos y decidiremos. No hay nada todavía, pero al menos el pregón debe tener dueño en la primera quincena de noviembre. El cartel tenemos la intención de que exista un jurado que lo evalúe. Tenemos mucho trabajo por delante antes incluso de tomar posesión de nuestros cargos.

-Y si es posible, sin polémica.

-Sin duda. La imagen que demos será fundamental para que nos considere la sociedad jerezana. Contamos con una alcaldesa con un talante y una cercanía magnífica, y seguro que somos capaces de mantener el prestigio de las hermandades y cofradías de Jerez. Para ello tendremos encuentros con otros consejos locales de cofradías, conoceremos la realidad de otras entidades que pueden ayudarnos a potenciar aspectos que ahora mismo pueden estar en planos secundarios por diversos motivos.

-¿Será presidente de todos, incluso de las hermandades de gloria y sacramentales?

-Si me pregunta por cuánto dinero vamos a darles, no lo sé aún, pero ni a ellas ni a las penitenciales. No hemos tenido acceso a las cuentas todavía, así que no he querido prometer nada en este tiempo de candidato. Ahora bien, ya le avanzo que procuraré que las hermandades de gloria y sacramentales tengan un papel relevante en el pleno, que se sientan partícipes de las decisiones que tomemos.

-Serán cinco años intensos. ¿Le dará tiempo a poner en práctica todos sus proyectos?

-Debe darme tiempo, y si no será otro quien comience otros nuevos. Creo que cinco años es tiempo más que suficiente para dejar huella en una institución. Es mi intención no estar más de una legislatura en el cargo. Ser presidente del consejo es un honor y una responsabilidad enorme, y una legislatura tan amplia me permitirá poner en práctica todas las ideas que crea que sirvan para mejorar la parte de la iglesia local que nos compete.