:: J. M. BENÍTEZ
sanidad

Crecen los abortos en el primer año de aplicación de la nueva ley

El mayor número de interrupciones se realiza a mujeres de entre 20 y 24 años en la provincia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La dispensación libre de la píldora poscoital y las campañas de prevención contra embarazos no deseados han tenido un efecto muy tímido sobre las jóvenes gaditanas. El número de interrupciones creció por primera vez desde 2007 y coincide con el primer año de aplicación de la nueva Ley del Aborto, en vigor desde junio del año pasado.

A lo largo de 2010 un total de 1.847 mujeres se sometieron a una intervención de este tipo en la provincia, son 123 más que el año anterior, según los datos que recoge la Memoria de la Consejería de Salud publicada recientemente. La tendencia a la baja se ha invertido y este repunte ya se empieza a atribuir a la mayor flexibilidad de la nueva norma.

El texto legal aprobado por el Congreso y el Senado contempla la posibilidad de interrumpir el embarazo libremente en un plazo de 14 semanas y lo amplía a 22 si «existe grave riesgo para la vida o la salud de la madre» o «riesgo de graves anomalías en el feto», tal como recoge el decreto.

La nueva ley reconoce también el derecho de las menores a acudir a la clínica sin el permiso paterno, por lo que cabría esperar un incremento precisamente en este segmento. Sin embargo, responsables y profesionales de los centros concertados con la Junta para realizar las interrupciones aseguran que «aún no se ha presentado ningún caso de este tipo» y cuando acude a la consulta alguna menor, se insta a que hable con sus padres. Esa ha sido la práctica habitual desde el principio y explican los especialistas consultados por este medio que «no se ha dado ningún caso en el que la menor haya abortado sin el consentimiento paterno desde que se aprobó la ley».

Demanda

Y los números lo corroboran. Las cifras apenas han variado con respecto a 2009. Se aprecia un leve aumento en el tramo de las menores de 15 años, con 19 casos en total, tres más que el año anterior. En este grupo la provincia se sitúa a la cabeza de toda Andalucía, incluso por encima de Sevilla, que registró 18 casos el año pasado. Una cuestión que los profesionales sanitarios consultados atribuyen a un balance puntual. Sin embargo, se reduce la cifra en el grupo de 15 a 19 años. A lo largo del año pasado 276 chicas de estas edades decidieron poner fin a sus embarazos, frente a las 285 del año anterior.

La mayor concentración se encuentra entre las jóvenes de 20 a 24 años, que habitualmente coincide con la etapa universitaria o las primeras experiencias laborales. Un total de 485 gaditanas se sometieron a la intervención a lo largo del año pasado, la mayoría de ellas por primera vez.

Otro de los aspectos que recoge la memoria anual de Salud es el nivel de instrucción de las pacientes. El 32% de ellas dice tener estudios secundarios y otro 25%, primarios. En la facultad se encuentra el 3,4% de las mujeres que deciden interrumpir el embarazo y otro 7,2% en escuelas universitarias.

Objeción de conciencia

Las interrupciones se suelen llevar a cabo en centros privados que tienen un convenio con el SAS. Los profesionales que trabajan para la sanidad pública se han declarado objetores de conciencia y solo atienden casos en los que peligre la salud de la madre o el feto y que revistan de especial riesgo.

El Colegio de Médicos de Cádiz también habilitó un registro de objeciones que se amplía a todas las prácticas que puedan generar algún tipo de controversia de carácter ético en el ejercicio de la medicina. Ya cuenta con 13 inscripciones de colegiados tanto para la Ley de Muerte Digna, como para las nuevas exigencias de la norma que regula el aborto.

Una de las medidas más radicales fue la venta libre de la píldora poscoital, que está disponible sin receta en las farmacias desde finales de 2009. Eso ha provocado un enorme descenso en la dispensación en centros de salud y dispositivos de emergencias.

Poscoital

A lo largo de 2010 se repartieron 7.007 unidades de forma gratuita. Son casi 1.700 menos que en 2009 y 4.952 menos que en 2008, cuando aún no se había liberado su venta. La tendencia es que la cifra continúe a la baja a lo largo de este año.

En las farmacias se ha convertido en uno de los productos recurrentes del fin de semana. Tras preguntar en varias boticas de la capital, la respuesta es siempre la misma: «Se venden muy bien, a pesar de lo que valen». Los establecimientos consultados indican que «muchas jóvenes las compran incluso como medida de precaución por si tienen algún 'accidente'». Gran parte son menores que no quieren pasar el trance de tener que acudir al centro sanitario para solicitarla.

Las cooperativas farmacéuticas aseguran que la venta ha crecido desde que quedó fuera de los fármacos sujetos a receta. Antes de eso, apenas había pedidos, se mantenían algunos en reserva en las propias boticas, pero no se llegaban siquiera a renovar, ya que solo se adquirían con receta cuando la píldora se agotaba en los centros sanitarios.