LA ESPERANZA COLECTIVA 20 2

Los verdaderos diputados andaluces en las Cortes

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Dentro de los fastos del Bicentenario, del que se han celebrado efemérides como la aprobación del primer Decreto de Libertad de Imprenta del mundo en San Fernando, hubo un acto de exaltación a los diputados andaluces en las Cortes. A los que encontraron en algunos textos, pero no a todos los que figuran en las Cortes electos por los distintos reinos en sus dos legislaturas. Fueron 35 los homenajeados cuando el total casi llega al centenar. Para que cada pueblo lo sepa, trataremos de reseñarlos todos.

Los 35 homenajeados fueron: Francisco Basilio Alaja, Nicolás González Briceño, José Manuel Vadillo, José de Cea, José Miguel Páez de la Cadena y Vicente Terrero Monasterio, de Cádiz; José Cerero Montero, Alonso Torres Guerra y Agustín Moreno Garino, de Sevilla; Francisco Nogués Acevedo, Antonio Alcalá Galiano, Manuel Jiménez del Hoyo, Rafael Ramírez Castillejo y Francisco Solano Ruiz Lorenzo, de Córdoba; Cristóbal de Góngora y Antonio Alcayna, de Almería; José Mariano Vallejo Ortega, Pedro Inocencio Bejarano, Juan Bautista Porcel Cañaveral, Domingo Dueñas Castro, Antonio Porcel-Ruiz y Manuel Jiménez Guazo, de Granada; Antonio Calderón Sarriá, Sebastián González López, José Serrano Valdenebro y Francisco Garcés Vera, de Málaga; Francisco González Peinado, José Serrano Soto, Diego Marín Vadillos, Tomás Tauste y Juan Manuel Subrié, de Jaén; y Celestino Sánchez Martín, José Pablo Valiente, José Morales Gallego y Francisco Gómez Fernández, de Huelva.

Bien es cierto que se hace referencia a su provincia actual de nacimiento, que entonces -hasta la división provincial de Javier de Burgos en 1833- no existía. Las circunscripciones eran los reinos de Sevilla, que ocupaba Sevilla, Cádiz, Huelva y sur de Badajoz, el de Granada, que comprendía Granada, Málaga y Almería, y los de Córdoba y Jaén. Unos fueron elegidos por los reinos, otros por las ciudades o las Juntas.

Los 'otros' diputados son 50 más, y se nombrarán por su circunscripción, añadiendo profesión y lugar de nacimiento. Todos estos datos han sido contrastados en el archivo del Congreso de los Diputados. Así, por Cádiz figuran también: el comerciante Pedro Antonio de Aguirre, el jerezano Manuel López Cepero, deán del Sagrario de Sevilla, el militar Andrés Morales de los Ríos, que llegó a presidir las Cortes, el comerciante Tomás Istúriz y Dionisio Capaz y Redón, almirante y ministro portuense. En cuanto al reino de Jaén, ocuparon escaño en Cádiz el primer alcalde electo de la capital, Francisco Moreno Martínez, el aristócrata cordobés Pedro Mesía de la Cerda y el cántabro Francisco de Paula Castanedo, miembro de la Junta Central de Defensa. Por Córdoba resultaron elegidos el cordobés José Cevallos Carrera, racionero de la Catedral, Francisco Nieto Fernández, vicario de La Carlota, Martiniano Juan de la Torre, teólogo, Antonio Mª Calvo-Rubio, abogado de Priego, muerto en Cádiz en 1813, de fiebre amarilla, Gabriel Carrillo Colodrero, abogado lucentino, el cura Manuel Márquez Carmona, y dos baenenses, Antonio Gómez Calderón, abogado, y Diego Henares Tienda, vicario que sustituye a Calvo-Rubio.

Juan Antonio de Toro Heredia, de Cañete de las Torres, maestrante de Ronda, elegido suplente en diciembre de 1810, no llegó a ejercer. También pasó algo parecido a diputados cordobeses como Pedro del Río Cañero, suplente, Manuel Rodríguez Palomeque, provisor de la abadia bastetana, y Marcos Cavello López, teólogo y obispo de Guadix. Y a dos suplentes: Juan María Henao, cura de San Andrés, y Antonio Hoces Fernández de Córdoba, maestrante de Sevilla y alcalde segundo de Córdoba.

Por Sevilla hubo más diputados y algunos ilustres. Los abogados Ramón Bravo y Pedro Fernández Ibáñez, Juan José Freye Armijo, beneficiado de Carmona, Francisco Javier Ocharán, regidor jerezano, Jose Rech, procurador síndico, Manuel Carasa, canónigo, Juan Caraballo Vera, comerciante, Diego Martín Blanco, cura de San Nicolás, Diego José Márquez, catedrático de Escritura de la Universidad sevillana, Juan López de Reina, escribano, y José María Cansinos Saavedra, marqués de Íscar, alcalde de Sevilla. Y dos sevillanos conocidos: Francisco Saavedra Sangronís, ministro de Justicia, presidente de la Junta Suprema, uno de los cinco miembros del primer Consejo de Regencia de Cádiz, que gobernó desde el asedio; y Bernardo Mozo de Rosales, abogado, que escribió el Manifiesto de los Persas al volver Fernando VII.

Por Granada fueron electos, titulares o suplentes, tomando posesión más o menos antes: Antonio Benavides, brigadier, José María Castillejo, regidor que sustituye a Rafael Infante, anulado tras cesar como regidor; Francisco Javier Mier Campillo, asturiano, obispo de Almería, penúltimo Inquisidor general; Diego Martínez Carlón, chantre almeriense, sustituto de Francisco Chacón Manrique de Lara, conde de Mollina; y otros más desconocidos como Pedro Laínez, José de la Huerta, Antonio Díaz del Moral, Vicente Ramos García, Francisco de Paula Silva, abogado, y Francisco Martínez de la Rosa, catedrático que fue presidente de las Cortes once veces y ministro.

Hay otros diputados de la Serranía de Ronda, como Antonio Jiménez Pérez, arcediano veleño, o Joaquín García de Urrego, elegido a finales del 10 sin tomar posesión. Y dos diputados ubriqueños: Juan de Salas Calderón Revenga, cura que juró en 1811, y Bartolomé Romero Montero, doctor, que tuvo escaño en Cádiz, San Fernando y Madrid. Todos fueron diputados en las Cortes gaditanas. En la primera legislatura, hasta el 20 de septiembre de 1813, o en la segunda, del 25 de ese mes en Cádiz, del 14 de octubre en San Fernando y del 15 de enero de 1814 en Madrid. Ahora, olvidados de nuevo, hay que reconocerlo.