Ultimátum del transporte rural

La tercera semana de paros del transporte urbano podría coincidir a partir de hoy con una huelga que afectaría a un total de 15.000 habitantes: la de los autobuses que prestan servicio a las barriadas rurales y pedanías. Ayer estaba prevista una reunión a tres bandas en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales) entre empresa, Ayuntamiento y comité, pero se ha aplazado finalmente 24 horas a la espera hoy de una solución que pueda desbloquear el conflicto.

El gobierno local estuvo reunido ayer por la mañana con representantes de la compañía Linesur, que presta el servicio en la zona rural, para tratar de llegar a un acuerdo. No obstante, las partes quedaron emplazadas a la mañana de hoy para seguir avanzando posiciones de cara al Sercla que se celebrará a las 12 de la mañana.

Allí los trabajadores tienen claro que si la empresa no lleva una postura que les satisfaga, «iremos a la huelga». Así de tajante se mostró ayer el representante sindical, Alejandro Gómez, quien exigirá una «propuesta seria» de cara a los pagos que la empresa les adeuda: «Son dos nóminas y media desde junio y está a punto de sumarse una más en agosto».

Como los trabajadores de Urbanos Amarillos, los de Linesur empiezan a estar ya cansados y cada vez más desesperados con una situación agónica que parece no tener fin. Como siempre, «la empresa le pide al Ayuntamiento que le abone lo que le debe para ellos podernos pagar a nosotros, unos tres millones de euros», señala el responsable sindical en Linesur.

«Así que si mañana -en referencia a hoy- no traen algo serio al Sercla no solo comenzará una huelga indefinida sino que estamos planteándonos sacar los vehículos a la calle, ya que nos han concedido el permiso», asegura Gómez.

En el caso de que la reunión de hoy fuera mal, los paros dejarían al transporte rural «con prácticamente un autobús por línea», explica, aunque están pendientes aún de que la Junta dé su respuesta sobre los servicios mínimos.

Mientras tanto, el gobierno municipal trata de frenar 'in extremis' una huelga que afectaría a la población de las pedanías y barriadas rurales del municipio. Ayer el delegado de Seguridad, Movilidad y Personal, Javier Durá, el responsable de Economía, Enrique Espinosa, y el concejal encargado de coordinar el Plan de Movilidad, Agustín Muñoz, estuvieron reunidos con los representantes de la compañía.

Aunque las partes han quedado emplazadas a las 9.30 de la mañana de hoy, este medio ha podido saber que el Consistorio se ha comprometido a estudiar una fórmula financiera que le permita a la empresa tener liquidez para a la vez poder pagar a sus trabajadores.

Tercera semana

Mientras tanto ayer la plantilla de los autobuses urbanos inició su tercera semana de huelga sin visos de solución. El presidente del comité de empresa, José María Romero, lamentó que «desgraciadamente» la plantilla reanudara su tercera semana de paros «sin ningún tipo de novedad».

En este sentido, criticó el «silencio» de Urbanos Amarillos en este conflicto laboral e instó al Consistorio jerezano a «tomar cartas en el asunto». Asimismo, el representante del comité anunció que tanto hoy como el jueves los empleados del servicio volverán a protagonizar manifestaciones por las calles de Jerez para exigir el pago de sus salarios.

Hasta el momento, Urbanos Amarillos tiene pendiente con los trabajadores el pago de las nóminas de junio, julio y la paga extra de verano, a lo que hay que sumar el dinero que adeuda la anterior concesionaria a cada empleado. En total, la cantidad por trabajador es de alrededor de 12.000 euros, aseguran desde el comité.

Tras el paréntesis del fin de semana, cuando el servicio funciona «con normalidad», ayer solo circuló un autobús por línea en cumplimiento de lo contemplado por la ley para los servicios mínimos.

El comité de empresa de Urbanos Amarillos mantuvo ayer un encuentro con el líder del Foro Ciudadano, Pedro Pacheco, para analizar la situación por la que están atravesando. En el mismo estuvieron presentes, además del presidente del comité, el secretario, Juan González, y el portavoz, Ángel Morales. Todos estuvieron de acuerdo en que «el Ayuntamiento tiene que tomar decisiones y no puede ceder al chantaje de la empresa».

Asimismo, y pese a la necesidad imperiosa de cobrar sus salarios, coincidieron en que «hay que buscar soluciones definitivas y no poner parches, porque si no la semana que viene habrá otro pinchazo».

Los trabajadores, que aseguran haber visto dos de los vehículos de Jerez prestando servicio en Dos Hermanas, no dudan en señalar que la situación es ya «insoportable». La solución solo puede pasar a su juicio por dos caminos posibles: municipalización del servicio o una empresa solvente.

«Si el Ayuntamiento se hiciera cargo del servicio contaría con nuestra ayuda y daríamos soluciones», garantizan desde la plantilla.