Los parados unen sus fuerzas para encontrar un trabajo

Mecánicos, escayolistas, pintores, albañiles, fontaneros. De todo tipo de profesionales, la mayor parte procedente de la construcción, han comenzado a ofrecer sus servicios de forma organizada bajo el paraguas de la denominada Asociación de Parados de Chiclana.

Este colectivo, creado hace unos meses y consolidado hace apenas unas semanas después de que la Junta de Andalucía confirmara la legalidad de sus estatutos, trata de dar respuesta un problema endémico en la ciudad.

«Chiclana tiene más de 12.000 parados y algo había que hacer». Son palabras de su presidente, Antonio Ríos, que recoge el sentir de cientos de chiclaneros sin empleo en la actualidad, pero «con muchas ganas de salir adelante».

Con unos estatutos reglados y una organización estructurada, lo que empezó hace unos meses como un movimiento social se ha ido consolidando. «Queremos la unión de todos para luchar por el empleo y el bienestar de nuestras familias. Estamos a disposición de las autoridades y los empresarios , porque único nuestro objetivo es trabajar», aseguran.

Esta asociación quiere alejarse de los distintos partidos políticos, y prueba de ello es que en los últimos meses ha llevado a cabo algunas acciones sociales, como el reparto de alimentos entre las familias más necesitadas de la localidad.

En estos momentos la Asociación de Parados de Chiclana cuenta con unos 50 integrantes, pero esperan que a la vuelta de unos meses esa cifra se haya multiplicado. Con su sede provisional en la Cuesta del Matadero, sus socios se reúnen cada martes por la tarde para aportar propuestas y encauzar sus acciones.

Una de las primeras decisiones que han adoptado ha sido el reparto de publicidad para la realización de reformas y obras de envergadura menor, así como de pintura, limpieza de parcelas o carpintería. Indignados pero no tan mediáticos, estos parados chiclaneros son, sin duda, un movimiento 'real' contra la lacra del desempleo.