La falta absoluta de liquidez obliga al PP a agilizar las gestiones con los bancos

La situación de las arcas municipales en estos días del final de la legislatura, a punto de realizar el traspaso de poderes entre el gobierno del PSOE y el del PP, es más catastrófica que nunca. Y las evidencias de ese colapso económico del Ayuntamiento de Jerez se sustentan en el hecho de que tal como temía el próximo ejecutivo ya están comprometidas de aquí a final de año casi en su totalidad partidas como la que ingresa Diputación por el cobro de impuestos -quedan tres millones-, o el anticipo que se concedió de la PICA (Participación en los Impuestos de la Comunidad Autónoma).

Eso sin olvidar que están retenidos desde hace tiempo los fondos que debería recibir la ciudad de la PIE (Participación de los Ingresos del Estado) y que, como explicó la futura alcaldesa, María José García-Pelayo, van a seguir así por el momento porque solo hay un borrador para llegar a un acuerdo con la Seguridad Social y Hacienda para desbloquear el asunto.

En esta tesitura, y con un horizonte de sequía económica ya más que dibujado, los próximos gobernantes de Jerez no están teniendo más remedio estos días previos a la toma de posesión que agilizar las gestiones y negociaciones con los bancos para allanar el camino y para atender a cuestiones urgentes como el pago a la plantilla municipal.

Ni siquiera van a esperar a desembarcar para ponerse manos a la obra, porque tal como han recalcado ya los dirigentes del PP no solo se están dando pasos para que no haya problemas en el pago de los salarios de junio -incluida la paga extraordinaria-, sino que también se está colaborando con el ejecutivo saliente para la de mayo que debe abonarse estos días y que ya se está retrasando.

Por eso, ayer 1 de junio, a las puertas del Consistorio no faltó la ya demasiado habitual concentración de delegados sindicales de la plantilla municipal que durante una hora se reunieron a las puertas del Ayuntamiento, y que incluso trataron sin éxito de reunirse con la todavía delegada de Recursos, Ainhoa Gil, para que les aclare en qué punto están las órdenes de pago.

Y es que la preocupación es mayúscula, tal como reconocieron ayer la presidenta del comité de empresa del Consistorio, Nieves Calvillo, y otros representantes sindicales como el portavoz de la sección de la ATMJ (Agrupación de Técnicos Municipales de Jerez), Tomás Lucero, que informaron incluso de que desde el departamento de Tesorería del Ayuntamiento les han certificado que están a cero, y que «si es cierto que hay ese 50% del que habla la actual alcaldesa ellos no tienen ninguna constancia oficial, ni han recibido ninguna orden de ir adelantando alguna parte de los salarios».

Esta afirmación que los líderes sindicales recalcan que les ha certificado Tesorería choca con lo expresado días atrás por la primera edil, Pilar Sánchez, que aseguraba que disponía de al menos el 50% de las cantidades necesarias para poder hacer frente a las nóminas. Tal como explicaba Calvillo, «no hay ninguna noticia, ni ha ocurrido como otras veces que este departamento ha empezado a ordenar los pagos, según la disponibilidad, por lo que nos tememos que la situación sea peor que nunca y que esta alcaldesa se vaya mintiendo, tal como ha sido su tónica habitual».

La presidenta del comité de empresa enfatizó ayer la gran intranquilidad que existe entre los empleados municipales por el traspaso de poderes, sobre todo porque «es la primera vez que ocurre en el Consistorio jerezano, ya que antes entre pactos y demás nunca fue algo tan radical», pero también «por el espectáculo de los primeros días cuando unos y otros se pasaban la pelota de la responsabilidad sobre la nómina de mayo».

Para Calvillo lo que debe quedar claro es que «los trabajadores tienen la costumbre de comer todos los días, y sea cual sea el gestor del Ayuntamiento debe cumplir con su obligación de pagar». «Estábamos avisados, porque esto se veía venir, pero nuestros sueldos no son tal altos como para que la gente haya podido ahorrar», añadió.

Eso sí, todos los dirigentes consultados ayer mostraron cierta tranquilidad ante la llegada del PP desde la certeza de que «ya están trabajando para pagar las próximas nóminas», aunque como añadió la presidenta del comité y miembro de CGT, «no se cómo lo van a hacer tal como se van a encontrar las arcas municipales».

Antes de disolver la concentración de ayer ahora no olvidaron lanzar una dura crítica al actual equipo de gobierno, al que recordaron que «es su función gestionar hasta el día 11, y pagar la nómina no es algo extraordinario, es un gasto presupuestado y que hay que cumplir».

Hoy a las 10 de la mañana los delegados sindicales volverán a concentrarse e intentarán reunirse con la delegada de Recursos. Y al final de la concentración la comisión de portavoces y de la junta de personal se reunirá para decidir las nuevas movilizaciones.