CARTAS A LA DIRECTORA

Incomprensión por el cese de una profesora

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Cuando vemos día a día a una persona comprometida con su trabajo, que piensa la manera más acertada de llevar los conocimientos a sus alumnos, que invierte tiempo y esfuerzo para elaborar actividades y tareas para que sean más atractivas y motivadoras, que viene a trabajar no encontrándose bien de salud, para que sus «niños» no pierdan clases. Nos entristece enormemente el ver como se lo 'premian'o se lo 'valoran' desde determinados estamentos.

No somos ni juristas ni letrados y no entendemos que ha tenido que pasar para que a una excelente profesional, como es Raquel Espejo Hidalgo, cese en su puesto de trabajo. No comprendemos como se ha llegado a esta situación que no favorece a nadie.

Como maestros y maestras y desde el sentido común, que al parecer es el menos común de los sentidos, no creemos que sea apropiado que a menos de dos meses de finalizar el curso, a un grupo de Primero de Primaria se le cambie de tutora con todo lo que ello conlleva. Los lazos afectivos que la unen a su grupo y el conocimiento de cada uno de sus alumnos/as, debían haberse tenido en cuenta al tomar una decisión como esta. Pero eso, por lo visto, no importa demasiado.

El pleno desarrollo de nuestros alumnos y alumnas es una de las metas fundamentales para los profesionales de la educación, y eso nos lo ha demostrado Raquel en su quehacer diario. Se ha involucrado plenamente en la vida del centro, participando en todas las actividades que se le han propuesto desde el ciclo y desde el equipo directivo; colaborando al máximo con todos los plantes y proyectos de nuestro centro.

Por todo lo expuesto anteriormente queremos expresar nuestro sentir sobre lo acontecido con nuestra compañera Raquel, dándole todo nuestro apoyo y valorando positivamente toda su labor, a lo largo de este año.