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El Comandante dice que su salud solo le permite ser «un soldado de las ideas»

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Algunos cubanos tenían la esperanza de ver a Fidel Castro en la tribuna de la plaza de la Revolución para celebrar juntos el 50º aniversario de la victoria de Playa Girón o al menos que acudiera a la inauguración del VI Congreso del Partido Comunista (PCC), del que aun es su primer secretario. No fue así. Ayer, el convaleciente Comandante admitía en una breve reflexión que el cuerpo ya no le da para esos trotes pero sí para ser «un soldado de las ideas».

Fidel debió seguir la parada militar desde la televisión, como la mayoría de sus compatriotas. Así se deduce ya que escribió que disfrutó «mucho» contemplando las distintas partes del desfile. «La narración pormenorizada y la música, gestos, rostros, inteligencia, marcialidad y combatividad me gustaron», añadió; una marcha en la que destacó el grupo artístico de infantes y adolescentes La Colmenita.«Vale la pena haber vivido para el espectáculo de hoy (por ayer), y vale la pena recordar siempre a los que murieron para hacerlo posible», señaló.

Calor humano

«Podía estar en la plaza, tal vez una hora bajo el sol y el calor reinante, pero no tres. Atraído por el calor humano allí presente, me habría creado un dilema», añadió el veterano exmandatario.

Por la pequeña pantalla, Fidel Castro también siguió la sesión inaugural del conclave partidista. En esta ocasión no hubo una silla vacía esperándole. Al respecto, admitía, «créanme que sentí dolor cuando vi que algunos de ustedes me buscaban en la tribuna. Pensaba que todos comprenderían que no puedo ya hacer lo que tantas veces hice. Les prometí ser un soldado de las ideas, y ese deber puedo cumplirlo todavía».

Esta nueva confesión siguió a otra que realizó recientemente en la que recordó que había renunciado a todos los cargos, incluido la jefatura del PCC. Mal que les pese a los nostálgicos o a los ultraortodoxos, Fidel Castro ha optado, forzado por su delicada salud, por entregar las riendas del poder y disfrutar de la jubilación.