«Me encantaría ser padre»

Cuando se trata del 'cuore', la prensa camina a menudo sobre el inestable suelo del rumor. No hay manera de arrancar a Sara Carbonero e Iker Casillas un titular de boda. De momento, habrá que conformarse con los indicios que apuntan al bodorrio en ciernes. Carbonero luce desde hace unos días un bonito anillo que vale el sueldo del mes de un mileurista. La periodista de Telecinco ha confesado que la joya ha sido cortesía de su chico y es un capricho con tres aros de oro que simbolizan el amor, la amistad y la fidelidad. Si este es un anillo de pedida o un regalo sin más (y sin menos), ellos sabrán. Pero es que no es solo el anillo. Ayer se desmarcaba Iker con unas declaraciones que abonan las tesis de las dos 'b' (boda y bebé): «Me encantaría tener hijos. Me encantaría ser padre. Esperemos que llegue algún día ese momento». No es que lo vaya pregonando, es que se lo preguntaron porque acudió a la entrega del premio Philips al 'Día del padre'. Y de paso habló sobre el suyo. Confesó que le admira y le agradeció todo el empeño que puso en que su chiquillo se convirtiera en la estrella del deporte que es hoy: «Nadie le garantizaba que eso pudiese salir bien (...) Yo sí me acuerdo de todo lo que mi padre hizo por mí».

Y hablando de parejitas en torno a un balón. También se han conocido nuevos detalles de la romántica pedida de mano de Diego Forlán a su novia, Zaira Nara. El uruguayo le dejó una misteriosa nota: 'Reservé una cena en un hotel para los dos (...) Hoy no volvemos a casa'. Y le esperó en la habitación de rodillas y con un ramo de flores más grande que él.