ATERRIZAJE SUAVE

EN el vuelo de vuelta desde Bruselas a España, Griñán coincidió con Núñez Feijoo, el presidente gallego, quien al ver que su homólogo andaluz viajaba en clase turista y no en primera, decidió hacer lo mismo. Ambos presidentes, que se saludaron cortésmente en los pasillos del edificio que alberga el Comité de las Regiones, fueron a defender lo mismo, que sus respectivas comunidades tengan un «aterrizaje suave» de los fondos europeos estructurales y de cohesión cuando dejen de ser regiones de convergencia (antes objetivo 1) y pasen a ser de competitividad. O cuando la PAC cambie su modelo de reparto de las ayudas. Todo ello ocurrirá a partir de 2014. Los dos saben que está más en el aire que nunca que sus comunidades sigan percibiendo la misma cuantía en el próximo marco presupuestario. Con la entrada de los países del Este, España ya no está en el pelotón de los más pobres. Lo más probable es que quienes presidan Galicia y Andalucía en 2014 tengan que conformarse con un aterrizaje forzoso de parte de esas ayudas. Por varios motivos.