TERMINA EL AÑO

Efectivamente, mañana termina el 2010. Llegados a este punto lo normal es que hagamos un balance de lo vivido y acontecido en este que termina y empecemos a hacer buenos propósitos para el venidero. Si nos dejamos llevar por el optimismo, cosa muy frecuente en las revisiones que hacen nuestros políticos, podríamos pensar que nuestra ciudad ha mejorado mucho y que hemos tenido un año lleno de venturas: se ha conseguido que continúe la obra del nuevo puente, nuestro Puerto ha recibido mas cruceros que en toda nuestra historia reciente, el turismo, durante el verano, ha llenado nuestras playas y las obras del Doce marchan a toda vela. Pero creo que sinceramente la realidad es otra muy distinta. Nuestra ciudad sigue perdiendo habitantes, el último estudio demográfico así lo pone de manifiesto. Nuestros jóvenes siguen emigrando a otras latitudes a buscarse las papas porque aquí no se crean empleos. El comercio está cada vez mas mustio y en las tiendas, quitando las avalanchas de estas fiestas o las rebajas de enero o julio no entra casi nadie. Prueba de esto que digo es que en estos últimos años son cada vez mas las que echan la baraja definitivamente para dejar paso a esos bazares de tres al cuarto que son los únicos que tienen afluencia de compradores. Nuestras economías, por una causa o por otra, están cada vez mas mermadas y ahora, con el anuncio de la subida de la luz, volvemos a temblar porque detrás de la luz subirá todo menos los sueldos. Creo, honradamente, que este próximo año seguiremos igual o peor y que la crisis se va a llevar por delante a todo bicho viviente. Si esta tendencia no cambia, que creo que no, no podemos presagiar nada bueno para este año que entra pero, de todas formas, les deseo un feliz año a todos.