Aznar saluda con poco entusiasmo a Rajoy durante el Congreso de Valencia celebrado en 2008. :: EFE
ESPAÑA

Washington se interesó por las luchas de poder en el PP

Los cables desvelados por Wikileaks constatan las dudas de Aznar sobre Rajoy, al que le atribuyen «falta de carisma»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy aparece en 129 de los 3.620 cables enviados por la Embajada de Estados Unidos en España a Washington entre 2004 y 2010. Este material, desvelado por el portal Wikileaks, muestra un exacerbado interés de las autoridades norteamericanas por el jefe de la oposición. De hecho, Rajoy es objeto de más comunicaciones que el propio José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo nombre consta en 111 cables.

Los diplomáticos norteamericanos destinados en España narran, con todo lujo de detalles, las luchas de poder en el PP, que se acentuaron en 2008, tras la segunda derrota de Rajoy frente a Zapatero. Según la información hecha pública ayer por el diario 'El País', que tiene la exclusiva en España de los datos recopilados por Wikileaks, la embajada transmitió a Washington sus dudas sobre Rajoy por ser un líder «sin carisma».

Este argumento lo defendían, tanto en público como en privado, antes del Congreso de Valencia de junio de 2008 tanto los socialistas como algunos líderes y lideresas del PP. Hoy por hoy ese debate ya no existe. Si se ha disipado ha sido, en buena medida, por los éxitos electorales en Galicia, País Vasco y Cataluña y, obviamente, por las encuestas que vaticinan una clara victoria de Rajoy en las generales de 2012.

En uno de los cables se afirma textualmente: «Creemos que debe su longevidad en el cargo más que nada a la ausencia de un sucesor creíble dentro su partido». La embajada también envió a su país una reflexión de Alberto Ruiz-Gallardón, tras el revés de 2008. «Rajoy es el líder no hay ninguna otra opción creíble. Esperanza Aguirre o yo podríamos intentar tomar el control del partido, pero a riesgo de partirlo por la mitad», aseveró el alcalde de Madrid.

Fuentes del PP han asegurado a este periódico que, periódicamente, la Embajada de Estados Unidos en Madrid organizaba cenas o encuentros con diversos responsables del PP. En estas citas el embajador se mostraba «muy interesado» en las interioridades del partido.

Otro de los cables hace referencia al denominado caso de espionaje -destapado en 2008- en la Comunidad de Madrid. La reflexión del funcionario estadounidense es elocuente: «Es un serio lastre para Esperanza Aguirre, una 'hiperambiciosa' política que se ve a sí misma como la futura presidenta del Gobierno».

Unas informaciones que glosan dudas y anhelos ya conocidos. Más sorprendente, sin embargo, es lo que cuenta Eduardo Aguirre, embajador de EE UU en Madrid, tras una cena con José María Aznar en 2007. El ex presidente había comentado lo siguiente: «Si veo a España desesperada, quizá tendría que volver a la política». Aguirre añade, como anotación propia: «La falta de entusiasmo por Rajoy, el sucesor que él eligió, fue muy notable. Parece que tiene dudas de que sea el hombre adecuado para devolver al PP al poder».

También han causado sorpresa unas palabras que se le atribuyen a Jorge Moragas, actual coordinador de Relaciones Internacionales del PP, y uno de los hombres en los que más confía Mariano Rajoy, tras la victoria del PSOE en 2008. «No soy un hombre de Rajoy sino un miembro leal del partido que responde cuando le piden un servicio».

El propio Moragas tuvo que salir ayer hoy al paso de esta comunicación. Indicó que «políticamente» con el presidente de su partido, Mariano Rajoy, pero que, ser, no es «de nadie». Moragas recalcó la diferencia entre «ser y estar». «Yo estoy políticamente con Rajoy y, ser, no soy de nadie, como mucho de mi madre, de mi mujer y de mis hijas», espetó durante una entrevista en RNE.

María Dolores de Cospedal eludió comentar «declaraciones que son privadas».