Economia

Las grandes empresas empujan a Zapatero a acelerar las reformas

El presidente del Gobierno reacciona a la presión y se compromete a cambios rápidos en pensiones y energía

MADRID. Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido a sacar adelante a toda velocidad las reformas estructurales pendientes. Muy especialmente, la del sistema de pensiones y la energética, así como el desarrollo reglamentario de la reforma laboral. Lo hará a través del diálogo siempre que sea posible, pero con mano firme si el consenso no llega a tiempo: «dije en su día que haría las cosas costara lo que costara, y ahora tengo la misma voluntad de dialogar que de actuar rápido».

Así lo explicó el jefe del Ejecutivo tras reunirse ayer en el palacio de la Moncloa con lo más granado de entre las multinacionales españolas, en un encuentro que calificó de «extraordinariamente útil y positivo». Lo cierto es que los empresarios (entre los que se contaban los máximos responsables de los dos grandes bancos, Telefónica, Iberdrola, Repsol, Endesa o las grandes constructoras) le leyeron la cartilla al presidente, al que advirtieron de que España no puede perder ni un minuto en reaccionar.

«La urgencia es máxima», destacaron después algunos de los presentes. Las empresas, imagen de España en exterior, están sufriendo en sus propias carnes el embate que sufre el país al verse privadas de financiación a precios asequibles con la que invertir y seguir creciendo. Ese mensaje de que el tiempo corre en contra de España fue unánime entre los presentes, que reclamaron también que las reformas no pueden quedarse sólo en lo anunciado hasta ahora.

Cajas de ahorros

Tras la entrevista, organizada también para tratar de aplacar la furia de los mercados -que no han dudado en situar a España como el próximo país europeo en ser rescatado-, Zapatero explicó que las cajas de ahorros se han comprometido a completar su reestructuración antes del 24 de diciembre. Para esa fecha, el nuevo mapa de las cajas será una realidad desde el punto de vista «jurídico y operativo», dijo el presidente, que se ha comprometido a repetir el encuentro dentro de dos o tres meses.

El Gobierno, apuntó Zapatero, pisará el acelerador en uno de los grandes retos pendientes, el del sistema de pensiones. El presidente adelantó que la próxima semana urgirá a la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo para elabore su preceptivo informe para, desde ese momento, elaborar un proyecto de ley que llevar al Congreso «si puede ser en la primera parte del primer trimestre de 2011, mejor». La cruda realidad ha convertido en papel mojado el discurso reciente del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, quien situaba el nuevo marco legislativo en abril.

Según varios de los invitados a la cita, el presidente del Gobierno recogió raudo el guante lanzado por los empresarios, y se mostró dispuesto a tomar las riendas y a «gobernar». La situación lo exige, después de una 'semana negra' en la que los especuladores, y alguna que otra institución nacional e internacional, han puesto a España entre la espada y la pared, con la Bolsa en caída libre. Zapatero afirmó que el Ejecutivo está «absolutamente comprometido» en su lucha contra el déficit, la reestructuración del sistema financiero y a «seguir con las reformas, y algo más». «Si es necesario acelerarlas (las reformas), lo sabemos hacer y lo haremos; mi determinación es total», sentenció.

Competitividad

José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que los empresarios, por su parte, se han comprometido aplicar con prontitud la reforma del mercado laboral a través de la flexibilidad interna y a aunar esfuerzos con el Gobierno en la tarea de «hacer país». Todo dentro del objetivo común de «empujar en la inversión y crear empleo», añadió. Zapatero confió en que los convocados a Moncloa (finalmente fueron 37 compañías) echen el resto en la «defensa de las fortalezas de España». Algo que, reconoció, hacen de forma habitual pero que ahora les resultará más fácil tras «escuchar la determinación del Gobierno».

Competitividad fue una de las palabras más repetidas en el encuentro con los empresarios, a los que Zapatero ofreció un apoyo más explícito en el capítulo de la internacionalización. Para ello, anunció la inminente creación de una Comisión Nacional de Competitividad que estará compuesta por un grupo reducido de 'notables'. Algunos de los presentes en la reunión formarán parte de ese sanedrín. Sin ofrecer demasiados detalles, el presidente anunció una reforma del «organismo que apoya la exportación» (el ICEX), para recalcar que «el crecimiento depende ante todo de exportar e invertir».

Preguntado por si entra dentro de sus planes un encuentro similar al de los empresarios con el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero dio una larga cambiada por respuesta. Aseguró que «las reformas son útiles si hay voluntad de acuerdo y de contribuir». Así, el jefe del Ejecutivo pidió al Partido Popular y, en especial, a Mariano Rajoy que pongan de su parte en el camino de las reformas estructurales. «Las decisiones son lo importante», apuntó, para cuestionar a continuación si el PP tiene propuestas o «alguna voluntad de acuerdo». «Deseo que sea así, sería muy bueno, pero en cualquier caso el Gobierno va a ejercer su responsabilidad», sentenció.

Uno de los invitados a la reunión con el presidente confesó después que, aunque esperaba poco más que una foto con la que intentar frenar la voracidad de los mercados, había salido más «satisfecho» de lo que pensaba del encuentro. Otros, sin embargo, prefirieron esperar para valorar «el verdadero resultado».