ANDALUCÍA

Cambiar las formas y debatir el fondo

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El Gobierno, viendo que las protestas de funcionarios no amainan, ha decidido esta semana remitir el decreto de las empresas públicas al Parlamento para que sea debatido como ley por los partidos y sindicatos. Se trata de una rectificación más formal que de fondo, ya que el decreto, con las modificaciones pactadas con UGT y CC OO, ha entrado en vigor este fin de semana y la reordenación está en marcha. Al Gobierno le asiste la razón por tratar de poner orden en el caos del sector público, pero en cualquier objetivo político las formas también importan. Se equivocó al no negociar y ha rectificado aunque sea sólo en la forma. Pero también se equivocaron e igualmente deberían rectificar en las formas quienes tergiversando o fantaseando sobre el contenido del decreto para calentar los ánimos han transmitido bulos como que la Junta va a vender sus edificios y echar a los funcionarios, entre otras barbaridades. Tampoco la deriva de algunas protestas, con insultos a cargos, a periodistas, e incluso la agresión a un guardaespaldas de Matínez Aguayo, ayudan a la credibilidad. Pero el polémico decreto no ha destapado sólo cuestiones de forma, sino también de fondo. Y este no es otro que el modelo de administración pública que se quiere. No hay que olvidar que el principal argumento que esgrimen PP y CSIF es el rechazo a que se puedan considerar empleados públicos los contratados de las empresas. Por lo pronto, estos no cambiarán su condición laboral en las nuevas agencias. El decreto lo deja bastante claro con las modificaciones. Ahora bien, el debate de la ley en el Parlamento puede ser la oportunidad para ordenar cara al futuro lo que se ha convertido en elemento de discordia entre los trabajadores de la Junta, entre periféricos y 'pata negra'. Es decir, que el acceso a las citadas agencias se haga bajo los principios de igualdad y mérito, con pruebas cuya convocatoria se publique en el BOJA y no en el tablón de anuncios de las empresas. Sólo así se acabará con las críticas y sospechas de enchufismo.