La almadraba de Conil revela un aljibe, piletas de salazón y suelos del XVI

Un aljibe, piletas de salazón, pavimentos y estructuras hidráulicas son algunos restos de la antigua almadraba de Conil que han salido a la luz en las obras de rehabilitación que convertirán este emblemático espacio del siglo XVI en un centro cultural multiusos.

La consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz Villalón, visitó ayer las obras de rehabilitación de este espacio conocido como La Chanca y que cuentan con un presupuesto de 7,7 millones de euros que aportan la Administración Central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Conil de la Frontera.

Ya se sabía que las obras de este espacio conocido como La Chanca y que fue utilizado como almadraba hasta principios del siglo podían deparar hallazgos y por eso una arqueóloga participa en los trabajos de rehabilitación, que están ofreciendo más sorpresas de las esperadas pues el espacio sufrió en 1755 los efectos de un maremoto que llegó a sepultar algunas de sus partes hasta ocho metros.

Museo del Mar

Los hallazgos afectan el ritmo de las obras, que se encuentran ahora a un 20% de ejecución y esperan concluir en 2012. Pero, según la consejera, «no es tiempo perdido» porque, además, dará más sentido a uno de los usos que albergará La Chanca, precisamente un Museo de La Almadraba y el Mar.

Así, han aparecido suelos originales del siglo XVI, una docena de piletas de salazón, una estructura hidráulica con la que posiblemente se salaba el agua para conservar el pescado y un aljibe de nueve metros de largo por cuatro de ancho y más de dos metros de profundidad, en el que se almacenaba el agua para trabajar con los atunes. Todo ello, como los restos que vayan sumándose, serán estudiados para determinar su puesta en valor, según ha explicado hoy la arqueóloga de las obras, Verónica Gómez.

La Junta de Andalucía ha invertido en este proyecto 3,77 millones, el 50 por ciento del coste global de la rehabilitación, mientras que el Ayuntamiento de Conil ha aportado cerca de 1,6 millones y el Ministerio de Fomento, por su parte, 2,3 millones.

Enclavada en el casco histórico del municipio gaditano, la antigua factoría de pescado de La Chanca, que durante un tiempo fue utilizada como cuartel de la Guardia Civil o almacén y desde hace unos cincuenta años estaba completamente abandonada, está inscrita desde el pasado año 2002 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico como Lugar de Interés Etnológico.

La rehabilitación, que dirige el arquitecto sevillano Francisco Torres, servirá para construir en una superficie de más de 7.500 metros cuadrados, y que incluye el antiguo cementerio local, un espacio que albergará, además del Museo de la Almadraba y el Mar, una biblioteca-mediateca, una sala de exposiciones y espacios libres.