El tanzano Ahmed Ghailani es juzgado por conspiración. :: AFP
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Frenazo al cierre de Guantánamo

La sentencia del primer juicio civil a un reo cuestiona los planes de Obama

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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La decisión de un tribunal civil estadounidense de condenar solo por uno de los 284 cargos de terrorismo interpuestos contra Ahmed Ghaliani, el primer preso de Guantánamo juzgado por esta vía, ha puesto una enorme losa en los planes de Barack Obama de clausurar el penal durante la actual legislatura. Aunque el acusado se enfrenta a una condena de entre 20 años y cadena perpetua por conspiración para destruir edificios y propiedades gubernamentales, los republicanos, dueños ahora del Congreso, consideran el veredicto «una trágica llamada al Gobierno para que abandone inmediatamente su desacertada estrategia de juzgar a terroristas en tribunales federales», declaró Peter King, un prominente legislador republicano por Nueva York.

El caso tiene un enorme peso en la opinión pública de EE UU porque se trata de uno de los supuestos terroristas implicados en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998. Como consecuencia de las inusuales circunstancias que rodean el cautiverio de este tanzano de 36 años -tras ser capturado en Pakistán en 2004, permaneció casi cinco años incomunicado en una celda oscura custodiada por la CIA en el penal cubano- los fiscales han tenido demasiados problemas para llevar adelante la acusación e incluso la propia celebración del juicio.

Con ese panorama, a los expertos no les ha sorprendido que el jurado absolviera al final a Ghailani de cargos tan significativos como conspirar para asesinar a ciudadanos de EE UU o el uso de armas de destrucción masiva. La organización terrorista Al-Qaida reivindicó en su día la autoría de la colocación de explosivos ante las representaciones diplomáticas estadounidenses en Kenia y Tanzania, en los que murieron 224 personas, incluidos doce estadounidenses, y más de 4.000 heridos. En las primera sesión del juicio iniciado en octubre, el fiscal federal Nicholas Lewin declaró ante el jurado que Ghailani había participado en la colocación de un camión con explosivos «porque se había comprometido con Al-Qaida a un objetivo: matar a estadounidenses».

Oposición republicana

El Pentágono siempre consideró a Ghailani uno de los presos más valiosos de Guantánamo. Cuatro de sus presuntos cómplices juzgados con anterioridad cumplen cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Florence (Colorado). Desde el inicio de proceso, los abogados de la defensa han insistido en la inocencia del acusado amparándose en que solo había ayudado a «algunos amigos» que él creía que eran empresarios y no personas involucradas con una red terrorista. También ha negado que su cliente estuviera alguna vez en un campamento de adiestramiento de terroristas y lo ha excluido de pertenecer a Al-Qaida. Pese a la oposición frontal de los republicanos a que se repitan nuevos juicios civiles a los detenidos en Guantánamo, otros defensores de que siga utilizando el marco civil rechazan el calificativo de desastre utilizado de manera repetida por medios estadounidenses en relación al veredicto del caso Ghailani.