Chiclana

La falta de sanciones da vía libre al vandalismo urbano

El Consistorio fijó hace menos de un año una multa de 601 euros para sus autores, pero las pintadas y destrozos no han disminuido

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La última ha sido la estatua de Paquiro. Pero desde hace semanas, numerosos jardines, monumentos y mobiliario urbano de Chiclana lo vienen sufriendo.

El vandalismo urbano en la localidad vuelve a traer de cabeza a las autoridades. Aunque no se aportan cifras concretas porque son varias las delegaciones que intervienen en la reparación de los daños (Vías y Obras, Playas o Medio Ambiente), cada año el Ayuntamiento debe hacer frente a un incremento del gasto de mantenimiento por este concepto.

El plan de choque y vigilancia, puesto en marcha a mediados de 2009 después de una oleada de pintadas y destrozos que acabaron ensombreciendo la pasarela peatonal del río Iro, no ha funcionado.

Una de las causas de que la actitud incívica de algunos chiclaneros se haya convertido en un problema para la administración local es el hecho de que apenas se hayan impuesto sanciones desde entonces. En agua de borrajas han quedado de hecho los 601,01 euros que figuran como sanción económica (sustituibles en algunos casos por trabajos para la comunidad), que se deben imponer a los autores de actos vandálicos según la Ordenanza de Protección Ambiental.

Este texto prohibe la colocación de carteles en fachadas, muros y elementos del mobiliario urbano, algo que, como es fácilmente comprobable, se incumple a diario.

Numerosas calles del casco urbano de Chiclana presentan un estado lamentable a causa de la actitud de los desaprensivos.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia municipal tuvo lugar ayer, después de que el busto en homenaje al histórico matador de toros amaneciera con manchas de pinturas de varios colores.

Pillados 'in fraganti'

El Ayuntamiento ha vuelvo a realizar una llamada pública de atención, apela a la ciudadanía, pero no multa. Y eso que zonas ajardinadas, bancos, papeleras, la señalización vertical de las calles y algunos de los edificios y monumentos más singulares son objetivo prioritario de los vándalos.

Desde el Consistorio se asegura que se continuará «trabajando en embellecer la ciudad, colocando monumentos, arreglando calles, barriadas, pintando zonas deterioradas, plantando flores, etcétera». De igual modo, se insiste en la necesidad de que la ciudadanía tome conciencia de la importancia de evitar este tipo de actuaciones.

En días pasados la oposición municipal y determinados colectivos vecinales ya habían alertado de la aparición de desperfectos significativos en varios puntos del municipio, exigiendo su arreglo.

Existe una normativa sancionadora, pero como sucede a menudo, la dificultad estriba en aplicarla. Para sancionar a los autores de un determinado hecho vandálico cometido en la vía pública, lo más efectivo es siempre «pillarlos en el acto», según reconocen fuentes de la Policía Local.

Como esta circunstancia es complicada en la mayoría de casos, las autoridades apelan a la colaboración ciudadana, muy útil para determinar quién es el autor o autores de una determinada pintada en un edificio público, la rotura de farolas, o el robo de plantas, mobiliario o cableado de las calles.