El gurú de la hidroterapia

Hace años que el reconocido fisioterapeuta holandés Johan Lambeck se recorre el mundo entero de arriba a abajo transmitiendo sus conocimientos sobre la llamada terapia Halliwick. Y tras seguirle en algunas de las cinco ocasiones en que este gurú de la hidroterapia ha visitado Andalucía, Juan Luis Abeledo, el director del curso, ha logrado por fin traerle a Jerez.

«Hay cosas que vosotros no podéis apreciar, pero nosotros sí que las notamos», asegura el causante de que Lambeck tuviera ayer en sus brazos a Virginia, una más de los niños con parálisis cerebral de Aspace Sur. Y sus padres, pese a no formar parte de la veintena de fisioterapeutas que tienen su atención volcada estos días en las clases, también lo perciben: «Este hombre se ve que tiene talento nada más por la forma en la que coge a la niña».

Parco en palabras, su aparente introversión cambia de forma radical una vez se encuentra en el medio acuático. Allí, el maestro de la hidroterapia hace uso de sus métodos con la cría: le canta, se balancea con ella, la pone de pie. Y la pequeña no para de disfrutar. Su madre, Isabel María Riquelme, habitual en las sesiones de la sede de la asociación, en Puerta del Sur, da fe de su efecto: «La tiene hipnotizada».

Desde el pasado sábado y hasta la clausura de hoy, el Hotel Jerez se ha convertido en sede para este curso de terapia acuática en Neurología y Pediatría avalado por la Fundación Internacional de Terapia Acuática. A lo largo de estos días, jóvenes profesionales venidos de distintos puntos de la geografía española y de incluso fuera del país han tenido la oportunidad de atender con sumo fervor las lecciones del holandés. Es el propio Lambeck quien constata con humor que el tópico de la impuntualidad andaluza no se da entre ellos: «Prestan mucha atención y acuden a su hora siempre. Es muy buen grupo».

Parte de que el tópico se diluya la tiene la heterogénea procedencia de los receptores: Galicia, País Vasco, Cataluña y Baleares, pero también de países como Turquía. Del otro extremo del Mediterráneo es Hulya Jucel, una especialista en terapia acuática que tiene entre manos la misma voluntad que el director del curso en Jerez: «Quiero repetir la experiencia que está haciendo Juan Luis y llevar a Johan Lambeck a dar clases a mi país».

«Aspace tiene un equipo de 'fisios' muy bueno», estima Germán Fernández, uno de los padres que se han ofrecido a participar, pero también vicepresidente de la asociación: «Han estado incluso en Francia para continuar con su formación». En esta ocasión son los demás los que han tenido que venir hasta aquí para proseguir con sus estudios, aunque también parte de la plantilla de la asociación jerezana de parálisis cerebral está recibiendo las lecciones de Lambeck.

De nuevo en abril

«Lo importante es que después lo podamos aplicar en nuestra experiencia», explica Marina Martín, monitora de Aspace. Este afán es el mismo que ha llevado a que el curso se repita una vez más el próximo abril, cuando serán otros miembros de la asociación los que podrán beneficiarse de las lecciones del holandés. Porque el resto de plazas están ya prácticamente completas.

Tras la intensidad de estos días, en la noche de ayer hubo también tiempo para la distensión. Porque durante el curso «se recibe mucha información y después hay que seguir procesándola», cuenta Juan Luis Abeledo, ya experto lambeckiano. «Y eso se hace cuando uno vuelve a su lugar de origen y pone en práctica lo aprendido».