Luis Freddy Lala. :: AP
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El único superviviente de la masacre pagó 8.600 euros para llegar a EE UU

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Hace un mes, Luis Freddy Lala Pomavilla salió de Gualleturo, una aldea en el sur andino de Ecuador, con la promesa de pagar 11.000 dólares (unos 8.600 euros) a un 'coyote' que contactaron en la ciudad de Cuenca y que se comprometió a conducirle hasta Estados Unidos, donde le esperaban sus padres. En su pueblo dejó a su compañera Angelita Lala, de 17 años y embarazada de su primer hijo.

La muchacha reveló al diario 'El Comercio' que Freddy la llamó hace una semana para decirle que estaba bien, que había llegado a México y que seguiría viajando. Después no tuvo más noticias de él. La prensa le informó de que su novio fue el único superviviente de la matanza de Tamaulipas. Ahora está hospitalizado bajo estricta vigilancia policial mientras se recupera de las heridas de bala -una le atravesó la garganta y le salió por la mandíbula-.

Angelita no se lo cree, en parte porque dice que los 'coyotes' la llamaron el miércoles para informarle de que había llegado bien a Los Ángeles y que necesitaba que le enviara más dinero urgentemente.

María Udulia Lala, tía del joven, explicó que su sobrino iba a reunirse con sus padres para ayudarles a pagar sus propias deudas con los traficantes de personas. Alejandro lleva siete años al otro lado del Río Bravo. Su esposa María Oliva Lala, un poco menos. Ambos están desempleados y a duras penas podían enviar 40 euros semanales a su familia. «Prácticamente le obligaron a que se fuera», dijo Udulia Lala.

Freddy trabajaba en el campo y como albañil ocasional. Vivía en un pueblo de 400 habitantes, en una casa de adobe de un solo cuarto de dos metros de ancho por tres de largo. En la semivacía aldea las casas delatan a quienes reciben remesas del extranjero. Angelita fue la única que sabía que emprendería el camino que casi le lleva a la muerte. Los planes fallaron, pero al menos está vivo.