DE ZORRILLA A LA MAREA

OBJETIVO CUMPLIDO

La cara de satisfacción de Pérez Peralta en el acto de nombramiento de Marta Meléndez demuestra que le ha salido redonda la estrategia

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La cara de la foto de familia de Pérez Peralta, secretario local del PSOE, el día de la elección de su candidata Marta Meléndez, reflejaba que el objetivo de la estrategia estaba cumplido, que para algo la experiencia es un grado, aunque tenga que tragarse el sapo de los críticos.

A los de la foto, sobre todo al ya citado, a Luis Pizarro y a Bibiana les faltaba aplaudir con las orejas. ¡Menudo respiro!, después de haber estado en la ruleta de candidatos y haberse librado por gajes del oficio de político. Ninguno de ellos quería ni muerto el papel que ahora asume Marta y a los que querían no les han dejado salir en la foto.

La cara de Román lo dice todo. No sé si el portavoz socialista estaba más pendiente de la proclamación de su sucesora o de la mano por el hombro que le echó Pérez Peralta, esta vez sin puñal traicionero porque Griñán le ha leído la cartilla y encima le ha puesto tarea.

Lo cierto es que les ha salido redonda la estrategia y no es para menos porque si alguien sabe de política en Andalucía es Luis Pizarro, tutor de Pérez Peralta, su alumno aventajado. El hecho que el secretario local del PSOE soltara el nombre de Marta Meléndez en una entrevista cuando ni siquiera se había planteado en el comité local no fue casual. El plato ya estaba servido y ahora había que comérselo, o con las manos, que está muy feo, o con cuchillo y tenedor, como mandan los cánones de buenas costumbres.

Rebatir, por parte de Sevilla, la propuesta del secretario local, aunque no fuese oficial, era complicado, porque era desautorizarlo y abrir aún más la brecha de la división socialista en Cádiz. Desde ese momento Marta ya estaba en la diana de la ruleta y el resto de jugadores que no querían participar esquivando los dardos. Sólo Sevilla podía presionar para que el candidato/a fuese Luis Pizarro o Bibiana Aído, como se quería por entender que tenían más tirón gracias a su experiencia o por su proyección pública en el caso de la ministra, pero había que respetar las reglas del juego. Lo que en un principio parecía fácil se complicó cuando Emilio Aragón (apoyado por Rafael Román y el sector de los críticos) mostró su intención de presentarse, planteándose entonces unas primarias. Aquí empezó la clase de Matemáticas.

Todo el mundo comenzó a sumar adeptos (si obtenía más del 20% de firmas de militantes, que las tenía, Aragón podía presentar su alternativa, dejando fuera de juego a los organizadores de la ruleta). Esto puso nervioso al sector oficial, quizás porque recordaban como en abrir del 98, ante la sorpresa de los barones del partido, el candidato oficial y secretario general Joaquín Almunia perdió frente a Borrell.

Ya nadie se acordaba -excepto las hemerotecas- de quienes en su día defendían las primarias como algo innegociable (Chaves, 1998) o declaraban «los que somos del 'aparato' del partido hemos asumido las primarias» (Pizarro, 1998), o de quienes (Cipriá Ciscar, secretario de Organización 1998) acusaron al PP de emplear la técnica del 'dedazo' para elegir a sus candidatos frente a un proceso de primarias.

Lo cierto es que, Griñán ha dado un golpe sobre la mesa, obligando al secretario local a perdonar a los indisciplinados (de los que seguramente, a más de uno/una tendrá que incluir en la lista a las municipales junto con su nombre), a cambio de apoyar a su candidata y evitar las primarias que lo podían dejar en mal lugar. Marta, que inicia un proyecto «con vistas al 2015», como ha dicho a más de un allegado, tiene por delante una importante faena que lidiar, dentro y fuera del partido. Hay que reconocer que es trabajadora y constante, algo importante en política, pero debe atender los consejos de Griñán de evitar enfrentamientos porque tiene las de perder. Desde aquí le deseo mucha suerte.

Cuestión de libertad

Hace unas semanas, el secretario provincial González Cabaña criticaba en un comité provincial que los periodistas no eligen a los candidatos del PSOE, supongo que refiriéndose a los que libremente hemos expresado nuestra opinión sobre la crisis interna de su partido y la forma de elección del candidato para Cádiz.

¡Dios nos libre, que fuéramos nosotros, los medios, quienes pusiéramos o quitáramos a un candidato!, ya que tengo entendido que los partidos tienen sus propios mecanismos democráticos e integradores para elegirlos. ¿O eso era antes?. Lo que no debe olvidar González Cabaña es que lo que sí es cierto es que muchos políticos se han valido de los periodistas para estar donde están, traicionando incluso a otros compañeros, llamando a las redacciones de los periódicos para filtrar los problemas internos, las crisis de familias, los contenidos secretos de los comités, publicando tribunas.Pero eso sí valía, ¿o no?...

Eso era, según decían algunos, libertad que daba el partido para opinar, aunque fuera pisoteando al de al lado para salir en la foto. En fin, las hemerotecas están ahí y la memoria periodística de muchos compañeros que hemos escrito sobre política también.

Y ahora, que llamen a mi jefa para quejarse.