En el aniversario de 'Tarantella'

Veinte años de fidelidad y profesionalidad al servicio de su selecta y por veces numerosa clientela no es pecata minuta ni referencia insignificante. Son muchos los jerezanos, los gaditanos, los portuenses, los sevillanos -y así hasta conformar un largo etcétera- los que, año tras año, evidencian su seguimiento y su visita y revisita a uno de los rincones más personales -decorativamente hablando- y más exquisitos -en cuanto a su gastronomía se refiere- del Puerto de Santa María (léase, para más concreción, Valdelagrana). Hablamos de un paraíso para los paladares más exigentes y de un punto de encuentro ambiental y convivencial irreemplazable: Tarantella. Hasta su terraza nos desplazamos para dejar constancia periodística de un aniversario -dos décadas enteras y verdaderas- que aglutina prácticamente a diario una concurrencia de excepción. No pocos ciudadanos de Jerez han instalado en Tarantella su lugar de evasión, tertulia, cita y asueto. Y allí saludamos, a modo de fugaz ejemplo, a Mario Mateos, Raquel Aguilar, Mari Carmen Castro, Álvaro Ruiz o Juanma Ríos. Atraídos todos por algunas de las especialidades de la casa: digamos a bote pronto las deliciosa Pizza Especial Tarantella o la Ensalada Magna (obras de arte creadas por la buena mano cocinera de Marga Debrán).