La Guadia Civil precintó los restos de la avioneta siniestrada junto al camino La Norieta - La Cierva en Villamartín. :: a. romero
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Un vuelo nocturno bajo sospecha

La Guardia Civil baraja la hipótesis de que el accidente de avioneta de ayer se tratara de un asunto de narcotráfico porque es una zona habitual de aterrizajes encubiertos

VILLAMARTÍN. Actualizado: Guardar
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Un hombre, de 41 años de edad y que respondía a las iniciales F.J.B.M., falleció en un accidente de avioneta registrado durante la madrugada del miércoles en Villamartín. El siniestro se produjo unos minutos después de las tres y media de la mañana junto al camino La Norieta - La Cierva, a la altura del kilómetro 5 de la carretera CA-7101. La aeronave partió unos minutos antes del aeródromo del Hotel La Antigua Estación.

La hora y el lugar en el que se produjo el suceso hacen sospechar a la Guardia Civil que pudiera tratarse de un vuelo relacionado con el narcotráfico por lo que no se descarta esta hipótesis. Esta zona es lugar habitual de aterrizajes encubiertos de aeronaves procedentes de Marruecos y que desde aquí distribuyen la mercancía a Sevilla. No obstante, según confirmaron fuentes del Instituto Armado, en la aeronave no se encontró nada que confirmara esta hipótesis.

En la última década se han producido en la zona tres accidentes de avionetas siempre relacionados con el tema del narcotráfico y también se han producido algunas incautaciones de este tipo de sustancias. En 2005 una aeronave similar terminó chocando contra una patrulla de la Guardia Civil que la perseguía desde tierra.

Según han destacado fuentes solventes, el fallecido llegó al hotel durante la tarde del martes, alrededor de las ocho, en una avioneta Pipper Cherokee de un solo motor y una sola hélice, matrícula EC-CSX, que había alquilado en Sevilla de donde era natural.

Cenó en el pueblo, hizo noche en el hotel y salió en plena madrugada sin comunicar en el aeródromo que tenía pensado volar. Además, dichas fuentes aseguraron que dejó cosas en su habitación por lo que tenía pensado volver a la misma.

La avioneta cayó en un campo de girasoles y produjo un incendio que tuvo que ser extinguido por los bomberos. El material de aluminio en combustión, la columna de humo denso y la carga de calor en la parte trasera dificultaron la labor. Las huellas que el accidente dejó en el terreno hacen pensar que la aeronave, propiedad de la compañía FlyGo, se estrelló con un golpe seco después de que una de las alas tocara el terreno a unos 60 metros de donde finalmente acabó chocando. El golpe provocó una explosión inmediata y sólo la cola pudo salvarse de quedar calcinada.

Una de las alas, la izquierda, se plegó y terminó uniéndose a la derecha y el cuerpo del fallecido salió despedido y se encontró a unos 20 metros de la avioneta.

Los restos de la aeronave se esparcían por un radio de unos 40 metros entre girasoles y cenizas provocadas por las llamas.

El aeródromo de Villamartín, denominado Tomás Fernández Espada, es de vuelo visual por lo que sólo se puede partir o llegar a él entre la puesta y la caída del sol. Además, para hacer cualquier tipo de vuelo, como ir a Sevilla que era la dirección que podría llevar la aeronave, habría que hacer un plan de vuelo aunque a las avionetas no se les permite el vuelo nocturno. El piloto contaba con un plan de vuelo entre Sevilla y Villamartín para el martes y otro para hoy pero no a la hora a la que finalmente se produjo el suceso.