Los vecinos preferían ayer la sombra de las casetas. :: A. J.
PUERTO REAL

El Marquesado, en fiestas

Tras la actuación estelar anoche de Manuel Orta y la tradicional prueba de tiro, la programación que arrancó el pasado jueves, llega hoy a su fin La verbena popular de este núcleo de población estrena el calendario de citas veraniegas en las barriadas rurales

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Hasta la madrugada de hoy, cuando la orquesta Jarandda haga sonar sus últimas canciones, se prolongará la Verbena Popular de El Marquesado, organizada por la asociación de vecinos San Juan. La primera cita festiva del verano en el entorno rural puertorrealeño está atrayendo hasta el lugar a público procedente de pagos cercanos, pero también de la Villa y de Chiclana.

Las pistas de deporte que se sitúan en el lateral del local social de la barriada se convierten en estos días en una gran caseta, bajo cuya lona se celebran la mayoría de actos del nutrido programa.

La crisis se nota, y aunque para la noche grande de ayer se preveían unas 2.000 personas, la afluencia de público desde el jueves, cuando arrancó la fiesta, han sido sensiblemente menores a otros años.

Tras una velada del viernes protagonizada por la guitarra flamenca de Juan Ramón Márquez, para esta madrugada se esperaba con expectación la intervención estelar de Manuel Orta, intérprete de sevillanas que acudía por primera vez.

Para los vecinos todavía no se ha superado el listón que dejaron hace unos veinte años Juanito Valderrama y Dolores Abril. Por lo pronto, Orta se había tomado la cita en serio, y ya por la mañana había dado las convenientes instrucciones en la entidad vecinal para que dispusieran las luces de modo adecuado.

La verbena de El Marquesado cuenta con la particularidad de que le acompañan un sinfín de competiciones populares. Para primera hora de la mañana de ayer estaba previsto raid hípico, que finalmente quedo suspendido ante la competencia de una prueba similar en Sanlúcar, para la que se habían dispuesto suculentos premios.

La que sí tuvo lugar fue la tradicional cita en el campo de la sociedad de tiro deportivo de este núcleo rural. Se trasladó a la tarde por el fuerte calor de la mañana. Unas 80 escopetas tomaron parte en una competición que tuvo en el punto de mira a platos y codornices. Como premios, el valor en metálico para la compra de cartuchos. Además se sorteó un puesto de caza de media veda en una finca de palomas y tórtolas en Ciudad Real.

Para las mujeres se reservan unas carreras de cinta en bicicleta, que se han aplazado al día de hoy, cuando también se desplegarán sendos concursos de gazpacho y tortilla. «El jurado viene de fuera, para que así no se vean implicados con nadie», recalcan desde la organización

En las inmediaciones de la única caseta se han instalado hinchables y camas elásticas para los más pequeños A ellos se les dedicará además una fiesta en la jornada de hoy.