La fiebre 'retro' calienta el verano

¿Qué pueden tener en común Raphael y Picasso? La portada de un disco. Tradición y modernidad se unen en la exposición de cubiertas de vinilos que exhibe Diputación con la que Lluís Fernández González, comisario de la muestra, invita a viajar al pasado en busca del reencuentro con la sociedad española de entre 1954 y 1970, ya que la mejor forma de entender el presente es volver la vista atrás. Este movimiento supuso una ruptura con el panorama social y cultural de Europa y conmocionó a los jóvenes de ambos lados del Atlántico.

En estos quince años de recorrido musical pueden contemplarse alrededor de 600 portadas, alas que se unen maletas tocadiscos, radio transistores y revistas musicales de la época de los guateques. «La importancia estética de los discos de vinilo nace de un encargo a la figura del pop art inglés, Peter Blake», apunta el Fernández. Esta manifestación supone una forma artística en la que se observan los cambios sociológicos de la época a través de la confluencia de la canción y el arte gráfico. En esta oleada de nuevas propuestas pop, todos los estilos interactúan, desde el diseño comercial anónimo hasta los más sofisticados y vanguardistas. Multitud de tendencias y formas que las discográficas, según Fernández González, supieron aprovechar desde una perspectiva comercial.

Las grandes industrias musicales de los años 50 marcaron la diferencia. Capital utilizaba para ilustrar sus retratos fotográficos o dibujos a artistas como Frank Sinatra, Dean Martín o Nat King Cole. Por su parte, la discográfica alemana Polydon, o la norteamericana Coral y Brunswich, etiquetaban con una franja superior color naranja sus portadas. Finalmente, la RCA se decantó por la intensidad cromática y el gusto vanguardista.

La exposición presenta una segmentación temática, que va desde las portadas de enamorados,hasta las de estilo cubista de Picasso, pasando por la música salsera caribeña y las portadas de bandas sonoras cinematográficas.

Los primeros discos de vinilo que aterrizaron en España llevaban la firma de artistas como J. Espinosa y S. Cañizares, que realizaron trabajos para Los Panchos o Juanito Segara. Algo más rompedoras son las realizadas para 'Percusión Persuasiva', trabajo que Josef Alberts hizo para la casa Command, y que fueron editados en España por Belter. «Estas obras manifiestan la influencia vanguardista en España desde los 50, aunque no haya estudios que lo validen», según el comisario.

También ocupan un lugar privilegiado la música latina, con diseños cargados de colorido y dinamismo destinados a artistas como Buby Lavecchia.

En definitiva, se trata de una apuesta de acierto seguro por parte de Diputación, ahora que la estética 'retro' y el gusto por el pasado impregna la vida social.