Medio millar de empleados municipales se manifestó a las puertas del Ayuntamiento de Jerez. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

Un parón casi imperceptible

CC OO y UGT critican al Gobierno central por «maquillar las cifras» y abusar de los servicios mínimos, y ya amenazan con una huelga general. Normalidad en Jerez pese a que los sindicatos cifraron el seguimiento en un 65%

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al final fue una jornada de trabajo más, casi normal, en la que la convocatoria de huelga de los funcionarios no tuvo la repercusión que esperaban los sindicatos convocantes, que ayer perdieron demasiado fuelle en su pulso con el Gobierno y ahora tendrán que medir bien sus posibilidades de éxito ante la huelga general con la que ya amenazan si no se da marcha atrás en los recortes previstos.

Lo que primó ayer en Jerez fue una normalidad casi absoluta, la misma que en el resto de la provincia y del país. Y eso a pesar de que los sindicatos CC OO y UGT cifraron el seguimiento del paro en la localidad en un 65%, casi al hilo de la media de toda la provincia -que fue del 62,5%- y por debajo del 75% que calcularon para la repercusión de la huelga en Andalucía y en todo el territorio nacional.

Sin embargo, y pese a la valoración sindical, lo cierto es que la imagen que transmitieron ayer las delegaciones jerezanas de la Administración central, los centros sanitarios o los juzgados, incluso el Ayuntamiento, se acercaba más a los datos facilitados por la Junta de Andalucía y el Gobierno, que cifraron en un 12 y un 11%, respectivamente, el respaldo a los paros en la provincia en sus sedes.

En cuanto a la comunidad andaluza, apuntaron que apenas se pusieron en huelga el 9% de los funcionarios de la administración andaluza, y el 11% de la estatal, y en España sólo dejaron de trabajar el 10% de los convocados.

Muchos de estos trabajadores, alrededor de 6.500 en la provincia y casi medio millar en Jerez, llevaron hasta la calle la reivindicación contra el plan de ajuste de Zapatero, al que pidieron a gritos su dimisión en la concentración que se celebró al filo del mediodía en las puertas del Consistorio jerezano y en la que, tras los pitos y consignas, se leyó un comunicado conjunto en el que se calificaron las medidas de «injustas y desequilibradas» cuyo 'leiv motiv' volvió a ser la ruptura del diálogo social entre los sindicatos y el Estado y la amenaza de nuevas movilizaciones, entre ellas la próxima huelga general. También hubo protestas por la tarde, ya que varios centenares de personas secundaron ayer la manifestación convocada por el sindicato CGT que partió desde el Arenal.

La presencia de trabajadores municipales en la concentración del mediodía fue mayoritaria, ya que fue sin duda esta institución en la que los paros se dejaron sentir más ayer. Así lo cifraba ayer el secretario comarcal de UGT, Pedro Alemán, al hablar de un 75% de respaldo a la huelga entre unos empleados que «tienen más motivos para protestar, porque sufren la incertidumbre por tres frentes abiertos: el retraso en el pago de las nóminas, los recortes salariales de la Administración central y los ajustes a nivel local que están por llegar».

Por su parte, el secretario general de CCOO en Jerez, José Manuel Trillo, valoró ayer de manera «satisfactoria» el seguimiento «global» de los paros en la ciudad, de la que dijo que es una de las que más se movilizó ayer, y advirtió de que «éste es el anticipo de una huelga general, que podría fijarse para el día 29 ó 30».

Más duro fue ayer el el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, que llegó a acusar al Gobierno de «maquillar» los datos de participación en la huelga de funcionarios, y criticó los servicios mínimos decretados, de los que dijo que «serán contestados en los tribunales». Además, instó el Ejecutivo a tomar nota de las protestas en todo el país.

El mismo discurso utilizó, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien aseguró que el paro fue un éxito a pesar del «hachazo al derecho constitucional de la huelga» que se ha cometido con los servicios mínimos. También recordó al Gobierno que «esta huelga que ellos mismos han provocado» puede significar «el principio de muchas más».

Por contra, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que hoy vuelve a sentarse con los sindicatos para negociar la reforma laboral, apuntó ayer que «el país no está para huelgas sino para que todos arrimemos el hombro».

Justicia

Seguimiento desigual

El seguimiento fue desigual en los juzgados de Jerez. Así, mientras que en la mayoría de las instalaciones la incidencia fue mínima, hubo casos en que la protesta tuvo mayor repercusión. Por ejemplo, en el Juzgado de Instancia nº2, donde buena parte de los funcionarios se adhirió a la misma y no acudió a sus puestos de trabajo. Eso sí, la actividad judicial prácticamente no se resintió, pues no se suspendió ni un juicio durante la jornada.

Sanidad

Escaso efecto en el hospital

La huelga apenas se notó en el hospital, debido en parte a que los sindicatos mayoritarios se desmarcaron. Una de las razones que refrenó el paro de los funcionarios fue «el miedo a perder más dinero aparte del 'tijeretazo' de Rodríguez Zapatero», en palabras de Miguel Roche, trabajador del Servicio Andaluz de Salud. «Nadie está por la labor de perder 80 euros de media por un día menos trabajado», indicó. A ello hay que añadir el hecho de que muchos «no le ven a la protesta el sentido, ya que piensan que ya no hay solución».

Educación

Más reivindicativos

En el ámbito educativo, el seguimiento fue mayor sin duda que en el sanitario. Buena parte de los docentes decidió no acudir a trabajar en algunos centros, como fue el caso del Isabel La Católica, situado en la céntrica plaza Monti. «Alrededor del 20/25% de los profesores han secundado la huelga», indicó una de las maestras del citado centro educativo, Loli Aguilar. Ello afectó lógicamente a la actividad escolar, ya que muchos padres que habían recibido la información el día anterior optaron por no mandar a sus hijos a clase. En otros casos, el seguimiento fue mayor.

Aeropuerto

Servicios mínimos

Los aeródromos andaluces funcionaron ayer con «total» normalidad, ya que los servicios mínimos estipulados se cumplieron, según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). En las instalaciones de La Parra, los servicios mínimos contemplaban 22 personas sobre las 54 programadas. Además, todos los vuelos aterrizaron y despegaron con normalidad.

Otras administraciones

Nula incidencia

Los datos de participación más baja se registraron en el caso de la Administración nacional (como por ejemplo la Delegación de Hacienda) y en las dependencias de la Junta de Andalucía. Apenas un 20% de los empleados apoyó los paros de los funcionarios.