Los vecinos de Santa María dejan de nuevo sus casas por la peligrosidad de las estructuras

Los vecinos del número cuatro de la calle Santa María han abandonado nuevamente sus casas. Esta vez por voluntad propia. Tras el derrumbe de dos plantas, han sido advertidos sobre la peligrosidad de la estructura del inmueble por parte de un perito que han contratado. Hoy tienen previsto presentar ante el Ayuntamiento un informe sobre la situación del edificio, pero la mayoría es consciente de que tendrán que asumir su situación sin contar con la ayuda municipal.

Los trece residentes se vieron obligados a abandonar a toda prisa sus hogares el pasado viernes a primera hora de la mañana por el derrumbe de un ala del edificio. El mal estado de la azotea se llevó por delante la segunda planta y ésta, como un efecto dominó, derribó la primera y llenó de escombros el bajo, ocupado por el obrador de una panadería.

Tras pasar el fin de semana en casas de familiares y en hostales, el arquitecto del Ayuntamiento autorizó su regreso el pasado lunes a mediodía. Pero su tranquilidad no ha durado mucho. Ayer mismo hicieron las maletas tras conocer el diagnóstico de un perito privado.

Incertidumbre

«No entendemos cómo el arquitecto municipal hizo esa inspección en diez minutos. La estabilidad de los techos es muy mala. Hay nuevas grietas. Nos ha explicado que el constructor puso las vigas al revés. Así que no estamos tranquilos». Cristina Velázquez, una de las afectadas, constató que sólo un vecino ha decidido continuar en su hogar. «También están derribando del todo la parte que se cayó, y la verdad es que no nos fiamos de lo que eso pueda provocar».

«No sabemos qué tenemos que hacer, estamos a la espera de lo que nos diga el Ayuntamiento, el abogado. Ya sabemos que el seguro no se hace cargo».