Seúl exhibe su poderío naval ante su vecino del norte tras recibir el apoyo de EE UU

Corea del Sur mueve ficha. Después de haber puesto en alerta a su Ejército, y tras asegurar el apoyo militar incondicional de Estados Unidos, ratificado el miércoles en Seúl por su secretaria de Estado, Hillary Clinton, la Marina surcoreana llevó a cabo ayer diversas maniobras navales en aguas fronterizas con su vecina del norte. En el ejercicio tomaron parte un destructor de 3.500 toneladas, tres corbetas similares al 'Cheonan', el buque hundido por un torpedo norcoreano que ha provocado la crisis actual, y seis lanchas rápidas.

Este espectacular dispositivo no ahorró ni en minas antisubmarino ni en cañonazos, todo ello para mejorar la capacidad en la detección y destrucción de submarinos norcoreanos y, por qué no, para tratar de meterles el miedo en el cuerpo a los dirigentes comunistas.

Los 28.500 efectivos americanos estacionados en la mitad sur de la península se mantienen al margen pero en alerta desde que el miércoles se estableció el nivel Watchcon 2, previo al estallido de la guerra y que hace referencia a «una situación de amenaza vital».