Piqué: «No pido la independencia, sino la consulta»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Alto y claro. Era la conferencia más esperada en la selección. Gerard Piqué, con barba poblada y muy serio mirando a los presentes, habló ante los medios como jugador de la selección española tras el Mundial de Brasil, donde sólo jugó el primer partido en Salvador de Bahía (la goleada 1-5 contra Holanda) y después fue sustituido por Javi Martínez ante Chile. Pese a que llegó a Las Rozas el lunes y fue titular en la derrota de Eslovaquia estos días había caminado alejado de las cámaras, consciente de que centra el interés desde que en las redes sociales mostró que estaba en la manifestación de la Diada en Barcelona reclamando el derecho a voto sobre la independencia de Cataluña. Eso sucedió días después de que en la anterior convocatoria no fuese citado tras hablar con Del Bosque debido a unas molestias en la cadera que Luis Enrique, su entrenador en el Barcelona, dijo desconocer.

La primer pregunta fue si su comportamiento era incoherente con estar en la selección española, algo que negó, recordando que está «supercomprometido» con la selección. «Si no, no estaría aquí. Lo he dicho muchas veces, pero o no se me escucha o no se me entiende. Estoy a favor de la consulta, que es democrática. Me siento supercomprometido, con el ‘staff’, con María José (Claramunt) y con el presidente (Ángel Villar). Me he sentido como uno más, de la familia. Siempre que quieran que vengan estaré encantado de venir», explicó, antes de decir que no se siente vigilado. «No sé si se me mira con más o menos lupa. Expreso mis opiniones. Soy futbolista pero primero soy ciudadano. Tengo las ideas muy claras. Si me tengo que involucrar lo hago. No me afecta en mi profesión. Otra cosa es la opinión pública. Cada uno tiene su opinión y lo respeto perfectamente. Pero lo importante es que rinda en el campo y haga mi trabajo. Yo rindo en el campo, nada más», dijo, dejando claro que defiende el derecho del pueblo catalán a expresarse: «Es democrático que la gente opine».

Piqué dice estar tranquilo, pese a que el pasado martes fue increpado durante el entrenamiento por dos aficionados, a los que se invitó a dejar el recinto, que no deseaban que siga jugando con una selección en la que lleva ya 62 partidos. Esa pregunta sobre los dos hinchas en Las Rozas le hizo ser más claro aún. «No los escuché. Lo vi en el resumen de prensa. Es lo que hay. No puedes gustar a todo el mundo y tampoco lo pretendo. La información no llega igual a todo el mundo. No he dicho nada malo ni contra nadie. No estoy pidiendo la independencia, sino la consulta. Estoy a favor de una consulta para la que salen 1.800.000 personas a la calle para reclamarla. Creo que no es muy difícil de entender. No estaría en la selección si no la sintiera. Para reconciliarme con Cesc por lo de los 33 millones (su anuncio sin querer de que dejaba el Barcelona por el Chelsea en una rueda de prensa en Washington). Quiero estar con los jugadores que forman parte de esta plantilla para conquistar Mundiales y Eurocopas», reconoció.

Apoyo a Casillas

Del Bosque y sus compañeros han dado la cara por Casillas estos días: Iniesta, Pedro, Sergio Ramos y, por supuesto, su amigo Cesc, que curiosamente salió junto a él en la polémica rueda de prensa. Y Piqué lo hizo por Casillas. «Es un profesional indiscutible, de una calidad técnica de los mejores del mundo en su puesto. Tenerle como compañero y como capitán es una maravilla. Ha demostrado sobradamente que está suficientemente preparado para sacar esto adelante y mucho más. El otro día no salieron las cosas para nadie», reconoció.

El catalán se centró después un poco más en el fútbol y habló de la derrota en Eslovaquia: «Nos ha tocado un grupo que no es el más fuerte, pero la derrota es un paso atrás. Sin embargo, aún queda tiempo y recorrido. Se han ido cuatro o cinco jugadores que tristemente no volverán y ha habido que hacer cambios. Ahora el míster busca la mejor manera de encajar las piezas. Nos hubiera gustado ganar en Eslovaquia, claro, y creo que el equipo no jugó mal. Tuvimos el balón, controlamos el partido. Ellos llegaron tres o cuatro veces a nuestra portería, incluido la falta y la jugada en el último suspiro. No hay que dramatizar».

Los últimos malos resultados, ya que España suma cuatro derrotas en los seis últimos partidos, no deberían hacer cambiar de idea y sistema de juego: «Todo se discute cuando se pierde, pero yo creo que si cambiáramos para el tipo de jugador que tenemos sería un grave error. Esto es indiscutible. Nuestros futbolistas son de toque, de posesión. A partir de ahí generamos las ocasiones para ganar partidos y competiciones y así lo seguiremos haciendo. Con este sistema hemos ganado títulos y lo seguiremos haciendo».