Un momento del traslado de Miguel Pajares.

El personal que atendió a Pajares niega que se les estén haciendo controles

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La Asociación Madrileña de Enfermería (AME) ha negado hoy que se estén realizando "controles continuos" al personal sanitario del Hospital Carlos III que ha atendido a Miguel Pajares, el sacerdote fallecido por ébola, y ha asegurado que lo único que hacen es tomarse la temperatura dos veces al día.

La portavoz de AME, Amelia Batanero, ha desmentido así, las afirmaciones que hizo ayer, miércoles, el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, cuando aseguró que al personal sanitario que atendió a Pajares se le están realizando controles continuos para descartar que se hayan contagiado con el ébola y que todos han dado resultado "negativo".

"Al personal no se le ha hecho ningún control analítico. Lo único que hacen ellos mismos es tomarse la temperatura dos veces al día", ha afirmado Batanero, que considera "normal" que se realizaran análisis periódicos a los sanitarios que estén o hayan estado cerca de pacientes con una enfermedad de alto riesgo de contagio como el ébola.

Sin embargo, ha aclarado que cada enfermedad infecciosa tiene su protocolo y que en este caso particular, el personal sanitario ha estado en todo momento correctamente equipado con trajes y materiales especiales, por lo que "no sería tan imprescindible el control analítico".

"Lo que de verdad nos preocupa es que el consejero de Sanidad no sepa esto", ha añadido la portavoz de AME y ha dicho que en su opinión, sería aconsejable modificar los protocolos que se debe seguir en la atención de pacientes afectados por enfermedades infecciosas como el ébola.

Según Batanero, el personal que ha atendido a Miguel Pajares y el que atiende a la monja Juliana Bonoha -que por ahora no presenta síntomas de contagio de ébola- no siempre es el mismo porque se turna e incluso los hay "que se han ido de vacaciones sin hacerse pruebas analíticas".

Exigen protocolos

La portavoz ha recordado que AME viene denunciado que hasta el pasado mes de mayo, cuando ya se había producido la alerta por ébola, el Hospital de La Paz, del que depende el Carlos III, no proporcionó al personal el protocolo específico para atender esta enfermedad ni les dio por escrito instrucciones sobre lo que debían hacer si se presentaba algún caso.

Por eso, el personal de La Paz presentó denuncias en el mes de julio ante el juzgado y la Fiscalía afirmando que carecen de protocolos por escrito por parte del Hospital y que el único documento que manejan es el del Ministerio de Sanidad y porque "se han preocupado de buscarlo ellos mismos", ha asegurado Batanero.

"Un protocolo guardado en un cajón no vale para nada; el personal debe saber lo que tiene que hacer cuando ocurre algo como esto, cómo tratar las muestras o qué personas no pueden realizar ese trabajo y eso no lo tenemos por escrito", ha lamentado la portavoz antes de recordar que "la alerta continúa y pueden presentarse nuevos casos como el de Pajares en cualquier hospital madrileño".

Sanidad matiza la información

Tras las declaraciones, el consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez, ha precisado que el personal sanitario que atendió a Miguel Pajares no ha sido sometido a pruebas pero sí está sujeto a un protocolo de seguridad del Hospital de La Paz que les recomienda revisar constantemente su temperatura. En virtud de esta directiva, el personal médico, sanitario o no sanitario que estuvo cerca de Pajares, que tuvo contacto "no estrecho o de bajo riesgo" con el paciente, deberá tomarse la temperatura dos veces al día.

Según Sanidad, "todo" el personal que atendió al sacerdote que falleció víctima del virus del ébola, tuvo contacto "no estrecho o de bajo riesgo" al haber llevado siempre monos de protección y no haber tenido en ningún momento contacto físico con la persona enferma. "Lo que queremos es que haya tranquilidad y que no haya ninguna alarma social porque no hay razón para ello", ha dicho Rodríguez.