Jabo Irureta sonríe en una entrevista. / Borja Agudo (El Correo)

Jabo Irureta se ríe de las insinuaciones de Pirlo

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Jabo Irureta, que fuera técnico del Deportivo de La Coruña, no puede evitar reírse al ser preguntado por las insinuaciones de Andrea Pirlo en su libro cuando el italiano da a entender que los jugadores del conjunto gallego iban "dopados" durante el encuentro en el que el Milan cayó por 4-0 en Riazor y de este modo quedó fuera de la Champions en 2004.

"¿Alguien cree que de verdad ibamos dopados?", contesta aun riéndose al escuchar las declaraciones que escribe el capitán de la 'Azurra' en su libro, donde especifica que no los "acusa", pero que no puede evitar tener ese "pensamiento desagradable" al ver "con perspectiva" la eliminatoria y "recordar que volaban", ya que no tiene "pruebas" para poder afirmarlo.

El entrenador vasco, que dirigió al Deportivo en el periodo más exitoso del club, explica que ese tipo de afirmaciones "no tienen ningun sentido", y que probablemente se realicen "con el ánimo de vender ejemplares" de la biografía del actual jugador de la Juventus. "Si que es cierto que lo hicimos muy bien ese día", continua recordando aquel partido. "Estuvimos centrados. Pandiani marcó un gol muy pronto, a los cinco minutos y sí, Valerón que nunca marcaba de cabeza, ese día marcó. Dida no estaba muy centrado y eso también afecta, luego los demás goles vinieron con Luque y aquel balón en la banda... tuvimos un buen día, lo hicimos muy bien", aclaraba Jabo sobre el partido, en el que los blanquiazules dejaron fuera de la competición al histórico equipo milanés de un trofeo del que eran vigente campeón, remontando en la vuelta con un 4-0 el 4-1 de la ida en San Siro.

"Por Dios, no tienen ningun sentido", sigue el entrenador que lideró al equipo aquella noche mientras reafirma su postura e insiste que "no tiene lógica alguna" las palabras del centrocampista de la Juventus y concluir así sus impresiones sobre tan polémicas afirmaciones. Y es que Pirlo dijo que "por primera y única vez en mi vida, me he preguntado si mis rivales podrían haber consumido algo. Los jugadores de Deportivo galopaban hacia un objetivo que sólo ellos veían. Sea lo que sea, ante el Oporto en semifinales se apagaron. En muy poco tiempo habían desaparecido de todas las grandes competiciones europeas».