La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga. / Efe
PAÍS VASCO

Quiroga refrenda su cargo con el apoyo más bajo en 20 años

190 de los 758 delegados presentes han votado en blanco, lo que ha situado el apoyo a la presidenta del PP vasco en un 72,8%

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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La presidenta del PP del País Vasco, Arantza Quiroga, ha visto hoy refrendado su cargo pero deberá aún reforzar su liderazgo y restañar las heridas evidenciadas en un 14 Congreso Regional que, por momentos, se ha convertido en un acto de desagravio colectivo al ya ex secretario general, Iñaki Oyarzábal. Los mensajes conciliadores y llamamientos a la unidad repetidos por todos los actores del drama vivido en las últimas semanas por el PP vasco -en el que Quiroga llegó a retar al presidente alavés, Alfonso Alonso, a que asumiera las riendas del partido-, no han evitado que 190 de los 758 delegados presentes hayan votado en blanco, lo que ha situado el apoyo a Quiroga en un 72,8%, el porcentaje más bajo de los últimos 20 años.

Un voto de castigo que en el entorno de la presidenta relativizan aludiendo al carácter asambleario de este cónclave, el primero al que han podido asistir todos los militantes que lo desearan. No obstante, ha sido la propia Quiroga la que ha confesado tomar nota del "mensaje" que lanza ese 72,8% de apoyo, tras lo que se ha comprometido a trabajar para sumar a los escépticos a su causa y superar la crisis interna causada por el relevo del hasta ahora número dos del partido, un Iñaki Oyarzábal que hoy ha podido medir la gran adhesión con la que contaba entre la militancia. Quiroga, vestida de violeta -como María Dolores de Cospedal- en el Día Internacional de la Mujer, ha logrado finalmente situar a otra mujer, Nerea Llanos, como su mano derecha, pese a la firme oposición del poderoso PP alavés, evidenciado en la votación de hoy.

Fue Cospedal quien dijo el jueves, horas antes de que se cerrara el pacto sobre la nueva ejecutiva, que era "lógico" que la líder vasca quisiera a alguien de su confianza a su lado, una confianza que Quiroga ya no tenía en Oyarzábal sobre todo tras el agravio que para ella supuso la reunión que, a sus espaldas, mantuvieron en octubre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saéz de Santamaría, y el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, con dirigentes del PNV, tal y como aseguran fuentes de la formación popular. En este ambiente, el Congreso de Arantza Quiroga ha sido por momentos el Congreso de Iñaki Oyarzábal, aclamado durante varios minutos por los delegados, muchos de ellos puestos en pie, cuando Cospedal ha ensalzado su valía y mientras la presidenta no lograba reprimir las lágrimas.

Sobre Oyarzábal

La mayoría de oradores que han tomado la palabra durante la intensa jornada matinal han destacado con énfasis la figura de Oyarzábal, a la que la propia presidenta ha dedicado un vídeo con imágenes de su ya larga, a pesar de su juventud, carrera política en el PP vasco. Su propia intervención -le correspondía presentar el informe de gestión- se ha convertido en un emotivo discurso con tintes de despedida, pese a que ha querido remarcar que "no se va a ningún lado", sino que su lugar sigue estando "aquí, en el PP de Arantza Quiroga".

A diferencia de Cospedal, que ha pronunciado cálidas palabras de respaldo a Oyarzábal, el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha citado al exsecretario general en su discurso y sí ha explicitado su apoyo absoluto a Arantza Quiroga. Con tanto ruido congresual, los mensajes de futuro de Arantza Quiroga han pasado a un segundo plano, pese a su afán por prometer el impulso de un partido renovado, capaz de dialogar y pactar para tener influencia en la sociedad y actuar como garante de un "relato verdadero" tras el fin del terrorismo.