Gema Cabañero posa en su consulta. / Foto y vídeo: Virginia Carrasco
belleza

Un diagnóstico para prevenir el envejecimiento facial

Un novedoso estudio permite adelantarse unos diez años a las manchas faciales antes de que sean visibles

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Gema Cabañero atesora en su clínica una aparatología de vanguardia para conseguir lo que hasta ahora parecía imposible: adelantarse a los problemas faciales. Con su estética preventiva caracterizada por aportar datos medibles, visibles y objetivos gracias al diagnóstico Inner Wellness, se puede saber el estado interior de cada cliente y cuales son las causas de las alteraciones estéticas que vemos a nivel externo.

Este exclusivo diagnóstico del Centro de Estética Avanzada permite actuar sobre lo que vemos a simple vista en la piel y sobre los problemas que, aunque no sean visibles todavía, ya se están generando internamente. Manchas que todavía no han aparecido o las roturas capilares que se manifestarán en breve, todo puede verse en las pantallas LED que muestran el resultado.

En la primera cita se realiza gratuitamente este diagnóstico que permite programar un protocolo totalmente personalizado. El primer paso es el análisis de escáner facial para saber cómo funciona la circulación sanguínea, qué daño solar hay en las capas profundas de la dermis -que aún no es evidente a nivel superficial-, cómo prevenir las hiperpigmentaciones del futuro (manchas), posibles bacterias o el grado de asfixia de la piel.

Uno de los aparatos comprueba el estado de la piel en las capas superficiales: el nivel de rojeces, cómo funciona la circulación sanguínea y si llegan bien los nutrientes. Con el segundo escaner facial vamos a ver en una pantalla la aparición de unas manchitas rojas o amarillas sobre nuestro rostro que reflejan como estamos a nivel glandular, para, por ejemplo, saber si hay fatiga suprarenal (estrés) y su nivel. Cuando hay muchas fatiga suprerenal se produce un encharcamiento en los tejidos que provoca, entre otros, bolsas en los ojos, doble mentón y una retención de líquidos acelerada.

"Nos podemos adelantar unos cinco años sobre todo a nivel de manchas, incluso diez", nos explica Gema Cabañero, que asegura que "se puede corregir el melanocito y los niveles de melanina para que no salgan a la superficie". El tratamiento de las manchas es el punto fuerte de su diagnóstico, puesto que las podemos eliminar a nivel superficial pero con el sol pueden volver a salir. Por eso, una de sus claves es la nutricosmética 180 the concept, para trabajar desde dentro el problema.

Fotografía ocular y estudio corporal

La segunda fase del diagnóstico es una fotografía ocular. La cornea en casi toda su totalidad es colageno, por eso, cuanto más deformidad tiene la cornea, más degradación de colageno hay. Con la fotografía, que nos proporciona más de 20.000 puntos de información, lo que vamos a poder evaluar si el envejecimiento biológico coincice con el cronológico. A veces la falta de sueño va a hacer que no produzcamos colageno y eslastina de buena calidad por la noche, por lo tanto vamos a poder ver si hay un descanso reparador.

Por último, nos someterán a un sencillo estudio de composición corporal. Se trata de una especie de báscula ultravanguardista que de forma segmental mide la grasa, la masa muscular y el agua de cada zona del cuerpo. Es esencial para determinar cómo está repartida dicha grasa -no tiene el mismo significado que se acumule en la parte superior o en la inferior- y las causas de su distribución, que casi siempre están determinadas por el sistema hormonal.

Después de estas tres pruebas es cuando se decide qué tratamientos son los más convenientes para las necesidades de cada cliente: faciales, corporales, y/o nutricosmética. Lo que más demandan las clientas a nivel facial son los de manchas, arrugas y perdida de firmeza, mientras que a nivel corporal la celulitis es lo que más preocupa.