Bernardo Hernández, durante la entrevista. / Imagen y vídeo: Óscar Chamorro
TECNOLOGÍA

«La fotografía en su esencia ha cambiado»

Bernardo Hernández es el español que ha abandonado Google para fichar por Yahoo! y dirigir Flickr

MADRID Actualizado: Guardar
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El pasado mes de mayo, Bernardo Hernández (Salamanca, 1970) abandonó su puesto en el organigrama de Google y decidió tomarse unas semanas de descanso. "Me vi motivado por la necesidad de un cambio, que mis habilidades no se viesen oxidadas", confiesa este directivo español, el que más lejos ha llegado dentro del buscador estadounidense tras ocho años de trabajo. "Llegó el momento de asumir nuevos desafíos", agrega sobre la sorpresiva decisión de su marcha. El hasta entonces encargado de dirigir la guía Zagat y, anteriormente, jefe mundial de producto de la firma se unió de esta manera a la fuga de talentos de Mountain View a la que meses después se uniría Hugo Barra, máximo responsable de Android, y del mismo modo que antes había hecho Marissa Mayer, una de las primeras empleadas de la compañía, que decidió aceptar el reto de reflotar Yahoo!.

Cuando Hernández tomó la decisión solo quedaban a su alrededor dos o tres de los que habían empezado junto a él en Google. "Estas empresas son muy dinámicas. Es algo normal. Cuando yo empecé eramos 2.800 empleados y cuando me fui, más de 60.000 teniendo en cuenta Motorola", opina sobre lo que define como una "rotación intensa". Fue precisamente Mayer, a quien le une una gran relación personal, la que le convenció para unirse a su equipo y asumir desde el pasado mes de agosto el reto de guiar a Flickr en la jungla digital.

"Creo que es posible lograr el proyecto de Marissa de devolver a Yahoo! al lugar que ocupaba antes", opina, sumándose así a la lluvia de elogios que ha recibido la actual consejera delegada de la que es la empresa 'viva' de Internet con más años de existencia. Las constantes bursátiles se han disparado y en un año, el tiempo que ha pasado desde su llegada, las acciones se han recuperado de tres años de caídas. "La información se va a multiplicar por 67 en la próxima década. No es un mundo acotado por pocos jugadores. Hay espacio para todos", responde con seguridad preguntado por el histórico pulso que han protagonizado su actual y su antigua empresa.

"Nuestro principal reto es entender que la esencia de la fotografía ha cambiado", acota al preguntarle por los desafíos de su nuevo puesto. Herramientas de retoque, móviles con mejores prestaciones para la captación de imágenes, aplicaciones de filtros... "Estamos en una transición a una fotografía de masas". Hernández se enfrenta a una auténtica fiebre en la que Instagram y Facebook están a día de hoy, en la cresta de la ola. "Esa transacción puso de manifiesto que las imágenes son tremendamente importantes. Estratégicamente, por parte de Facebook, tuvo todo el sentido de la misma manera que lo tiene nuestra apuesta", aclara.

La plataforma, fundada en 2004, se enfrenta desde hace varios cursos a su mayor cambio de paradigma y con ello de modelo de negocio. Otrora fue un servicio especialmente popular entre los profesionales de la imagen y basaba sus ingresos en "una serie de cuentas premium" que ofrecían mayor capacidad de almacenamiento. "El motivo por el que esos profesionales se convirtieron en nuestra columna vertebral es porque eran los únicos que tenían acceso hace ocho años a las cámaras digitales", explica. Este modelo fue casi borrado del mapa este mismo año, ya que Yahoo! decidió ofrecer gratuitamente un terabyte -más de 500.000 fotos de 6,5 megas- de capacidad a todos sus usuarios. Ahora quiere apostar por una publicidad "no intrusiva" y también con acuerdos con terceros de los que pueden beneficiarse tanto ellos como la comunidad monetizando sus creaciones.

"Es esencialmente móvil, no tiene sentido entenderla como un producto de sobremesa", asegura sobre este negocio. Por ello, Flickr sacó el pasado año una aplicación para teléfonos que tuvo un gran eco mediático gracias a que recogió parte del descontento de la parroquia de Instagram, irritada por los cambios realizados en las condiciones de uso y la gestión de los datos.

"Lo que esto pone de manifiesto es la tremenda responsabilidad que tenemos los gestores de información personal", argumenta. "Debemos ser escrupulosos tanto en la seguridad de los datos como a la hora de entregarla a terceros, sea quien sea ese tercero", continúa Hernández, haciendo alusión directa al escándalo de espionaje llevado a cabo por la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU. "Operamos en estados de derecho. Hay que cumplir la ley del país donde operas y si la ley establece algo hay que cumplir con ello", remacha, haciendo alusión a que lo ideal sería la participación del sector en la definición del marco legislativo que tenga que ver con Internet.