Vista general del enclave donde se ha beatificado a 522 mártires. / Foto: Jaume Sellart (Efe) | Vídeo: Atlas
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La Iglesia «no busca culpables» en la beatificación de 522 mártires españoles

El cardenal Amato dice que murieron porque se buscaba "el exterminio programado de la Iglesia" | El Papa recuerda el "valiente testimonio" de los 522 "asesinados por su fe" en los años 30

BARCELONA / ROMA Actualizado: Guardar
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El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, ha destacado este domingo que la Iglesia "no busca culpables" con la beatificación de 522 mártires del siglo XX que murieron en España fruto de la persecución religiosa de los años 30. En su homilía en la celebración solemne en el Complejo Educativo de Tarragona, ha defendido que la Iglesia es "casa del perdón" y que, con este gesto, quiere glorificar a estos testigos heroicos del Evangelio.

"En el periodo oscuro de la hostilidad anticatólica de los años 30, vuestra noble nación fue envuelta en la niebla diabólica de una ideología" que anuló a millares de ciudadanos pacíficos, incendiando iglesias y símbolos religiosos, cerrando conventos, escuelas católicas y destruyendo parte del patrimonio, ha añadido. El cardenal ha subrayado que los mártires no fueron caídos de la Guerra Civil, sino "víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia", y estos mártires no eran provocadores sino personas pacíficas.

Para Amato, el acto, al que han acudido más de 25.000 peregrinos, es una "fiesta de la celebración, del perdón dado y recibido", y ha remarcado que esta celebración quiere gritar fuertemente al mundo que la Humanidad necesita paz, y nada puede justificar la guerra, el odio fratricida y la muerte del prójimo. Amato ha indicado que los mártires se opusieron al furor del mal, como un muro se opone a "la violencia monstruosa de un tsunami", y que la Iglesia invita también a los perseguidores a no temer la conversión, a no tener miedo del bien y a rechazar el mal. Además, ha dicho "España es una tierra bendecida por la sangre de los mártires", y ha recordado que la Iglesia ha beatificado en 14 ceremonias a más de 1.000 católicos víctimas de la persecución religiosa de los años 30.

La más numerosa en España

Según él, se trata de la ceremonia de beatificación más grande que ha habido en España y que los mártires, de una media de edad de 43 años, fueron formados con una "verdadera pedagogía martirial", puesto que eran advertidos del peligro mortal en que se encontraban. Bajo el lema 'Los mártires del siglo XX en España, firmes y valientes testigos de la fe', la beatificación se ha celebrado en Tarragona por sumar el grupo más numeroso de los mártires -con 147- y por el deseo de la archidiócesis de unir estos mártires con los primeros cristianos del siglo III que murieron en Tarragona: San Fructuoso, San Eulogio y San Augurio.

El mensaje del Papa

El Papa Francisco ha recordado durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro la beatificación hoy en Tarragona (España) de 522 religiosos "asesinados por su fe durante la Guerra Civil española" y ha pedido que su "valiente testimonio" y "su intercesión" sirva para liberar al mundo de la violencia. "Alabemos al Señor para que sus valientes testimonios y su intercesión sirvan para liberar al mundo de la violencia", ha dicho el papa argentino.

La oficina de prensa del Vaticano también ha difundido el texto del mensaje en vídeo que Francisco ha enviado a la ceremonia de beatificación de los 522 religiosos y en el que ha reflexionado sobre lo que significa ser "mártir". "Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son proclamados Beatos mártires", ha comenzado el papa su mensaje.

"¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. Cuando se ama, se ama hasta el extremo", explicaba Francisco en su mensaje. En este mensaje, el papa no hizo referencia a la vida de estos beatos o a la Guerra Civil española, sino que reflexionó únicamente sobre el sentido de ser mártir y añadió que "siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más necesitan".

"Imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de cristianismo pero sin sustancia", agregó. Los mártires, añadió, "no estaban barnizados, eran cristianos hasta el final, pidámosles su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad". Algunos movimientos cristianos habían discrepado sobre este tipo de beatificaciones en las que se recuerda sólo a una parte de las víctimas de la Guerra Civil.