'operación Clotilde'

Petrov le regaló al diputado de CIU un reloj de 3.000 euros

El juez envía al Tribunal Superior de Cataluña las acusaciones contra el exalcalde de Lloret por su relación con la mafia rusa

MADRID Actualizado: Guardar
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Andrey Petrov, el principal acusado de la 'operación Clotilde' contra el blanqueo de capitales, le regaló al exalcalde de Lloret de Mar y diputado de CIU Xavier Crespo un reloj valorado en 3.000 euros, botellas de vino, cestas de Navidad y le pagó dos viajes a Rusia a todo lujo, uno con su familia y otro con concejales del ayuntamiento gerundese.

Así se desprende de la exposición razonada que el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha enviado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con los indicios de prevaricación y cohecho contra Crespo, dada su condición de aforado autonómico.

El escrito de seis páginas es demoledor contra el diputado de CIU. Asegura que se valió de su cargo para cambiar los planes urbanísticos y permitir que Petrov construyese un centro comercial en la comarca de La Selva. A cambio obligó al supuesto mafioso ruso a que patrocinase durante cuatro años a los equipos de fútbol y hockey de Lloret de Mar, en total 270.000 euros, y el sobrecoste de los vestuarios del campo de fútbol, 24.000 euros.

Chantaje

En el primero de los viajes a Rusia, el juez asegura que Petrov le presentó a Crespo a sus jefes, Viktor Kanainin y Sergei Nalimov. Le agasajó al diputado y a su familia con viajes en helicóptero privado, lujosas comidas y espectáculos. Por su parte, Crespo prometió reducir un 50% el impuesto municipal de construcción, fijado en 266.000 euros, y agilizar la licencia urbanística entre 2009 y 2010.

Lo curioso es que en ese año Petrov cesa el patrocinio de sendos clubes y comienza a sufrir problemas administrativos con el ayuntamiento de Lloret de Mar. Entonces, el imputado ruso recibe una llamada de Guadalupe Oliva, mujer de Crespo y vicepresidenta del club de hockey, para que mantuviera el patrocinio un año más. De lo contrario, amenazó a Petrov con decírselo a su jefe Kanainin. Esto ocurrió en una conversación telefónica en septiembre de 2011. Oliva no está imputada de momento en la 'operación Clotilde'.