José Antonio Monago ./Brigido
entrevista a José Antonio Monago

«No soy el verso suelto del PP, en todo caso un verso extremeño»

"Rajoy está liderando una verdadera transición económica, aunque nadie quiera decirlo”, dice el presidente de la Junta de Extremadura

MADRID Actualizado: Guardar
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Dio la sorpresa en las elecciones autonómicas del 2011 al lograr vencer al PSOE en uno de sus feudos históricos. Pese a ello, pocos apostaban que llegaría a ser presidente, ya que un pacto PSOE lo podía dejar fuera. Un año y medio más tarde, José Antonio Monago sigue al frente de la Junta de Extremadura y se ha convertido en uno de los pocos barones del PP que discrepa con la dirección nacional de su partido. Él asegura que esas discrepancias son buenas siempre que sean constructivas, enriquecedoras y, sobre todo, leales con España. Asegura que mantiene tanto Mariano Rajoy como María Dolores de Cospedal entienden su forma de hacer política. “Saben que doy más importancia las personas y a las ideas que a las ideologías”.

- ¿Se considera usted un nuevo verso suelto en el PP? Se lo digo porque ha discrepado con su partido sobre la decisión de aumentar el IVA cultural y de impedir a las autonomías pagar la paga extraordinaria a sus funcionarios.

- Llevo más años dentro del PP que fuera de él. No soy un verso suelto, en todo caso, soy un verso extremeño. Mi responsabilidad es por y para mi tierra. No discrepamos con el Gobierno central, lo que hacemos es ejercer nuestras competencias autonómicas. Y ésa es la esencia del Estado de las autonomías. Extremadura no es más que nadie, pero tampoco es menos que nadie. La cultura es bandera de Extremadura y es uno de nuestros principales motores económicos. No podemos competir con regiones y países de nuestro entorno con un IVA cultural del 21%. Y estoy convencido que el Gobierno de España, como ya hizo el Gobierno holandés en 2011, bajará el IVA a la cultura. En el caso del adelanto de la paga extra actuamos dentro de la autonomía financiera de nuestra Comunidad, sin incumplir le ley básica aprobada en Madrid. Extremadura cumple el objetivo de déficit del 1,5% para 2012 y además no hemos tenido que acudir al FLA como la mayoría de Comunidades Autónomas. Cumplimos y, por lo tanto, dentro de nuestras competencias constitucionales, podemos poner en marcha medidas que estimulen los pilares fuertes de nuestra economía regional. En eso estamos.

- ¿Es posible mantener la disciplina de partido y criterios propios en temas espinosos?

- La discrepancia es buena si es constructiva, enriquece y si se es leal a España. Pero no hay que olvidar nunca que el Partido Popular no son sólo sus votantes, son también los que no nos votan. Somos un partido abierto que tiene vocación de gobierno a pie de calle y que tenemos que estar por encima de las izquierdas y derechas tradicionales. ¿Eso qué implica? Gobernar conjugando el interés de España, Extremadura y Europa. Y cuando uno es presidente le eligen para defender los intereses de su pueblo hasta el final. El Gobierno de España aquí tiene un presidente que ejerce de presidente. Yo no le digo a Madrid, como mi antecesor, aquí tienes a tu tropa, yo voy a Madrid a defender los intereses de los extremeños, a defender lo mismo que defiendo en mi región, lo que me pasa es que no tengo el título de lehendakari, pero no lo necesito para hacerlo.

- ¿Cómo son sus relaciones con Mariano Rajoy? ¿Y con María Dolores de Cospedal?

- Con el presidente Rajoy son magníficas. Y yo las definiría de empatía. Y con la presidenta de Castilla-La Mancha, que es además mi secretaria general, son de admiración personal y profesional y respeto mutuo. Mantengo una excelente relación con ambos, saben que doy más importancia a las personas que a los partidos y a las ideas más que a las ideologías. Sé que comprenden mi forma de entender la política y las decisiones que estamos tomando en Extremadura. Porque ésa es la esencia para mí del Partido Popular, ni la izquierda ni la derecha, sino el centro necesario.

- Otros presidentes autonómicos del PP han optado por no recurrir al FLA para no perder autonomía a la hora de elaborar sus presupuestos. ¿Lo considera un precedente peligroso?

- Yo creo que cada presidente, cada comunidad, debe hacer lo más conveniente para su tierra y la conveniencia se mide principalmente en términos económicos y sociales, los políticos tienen que quedar en un segundo plano. Nosotros en Extremadura tras una gestión muy austera a pesar de la herencia recibida, no hemos tenido la necesidad de acudir a este Fondo de Liquidez. El problema estructural de Extremadura no es tanto de deuda como de déficit. Desde el primer momento, con el apoyo de todos los extremeños, nos dedicamos a rebajar ese déficit y también a embridar la deuda que siempre supone el pago de enormes intereses, en definitiva, millones de euros que estás obligado a destinar a ese fin y no a otros más necesarios. No necesitamos acudir a ese fondo, aunque muchos no apostasen por nosotros y creían que, como Andalucía, íbamos a ir de cabeza al FLA. Pero Extremadura está superando todas las expectativas. Los extremeños están demostrando a otras regiones que como país podemos superar todos los desafíos que se nos presenten. Los que ya pasamos los 40 sabemos que, como ha sucedido en otras ocasiones en la historia de España, sobre todo, desde 1996, los sacrificios de hoy son los beneficios de mañana.

- Usted partía con mucha desventaja, pero logrará Extremadura cumplir con el objetivo de reducción del déficit?

- Es cierto que partíamos de una situación durísima y que nadie daba un duro por nosotros. Al llegar al Gobierno de mi comunidad me encontré con el segundo déficit más alto de toda España. Imagínese. El anterior presidente partió en el inicio de su legislatura de un superávit del 0.4% y nos llevó a un déficit del 6.8% en julio de 2011. Nosotros ese 6.8% de déficit lo hemos situado en tan sólo año y medio en un 1.5%. ¿Cómo se hace? Todo en esta vida es fruto del trabajo en silencio, de esfuerzo, sentido común, de diálogo, mucho diálogo y de responsabilidad compartida entre todos, así se consigue. Y Extremadura, sorprendiendo a propios y extraños, también a la oposición y hasta a mi propio partido en Madrid, ha alcanzado el objetivo fijado por parte de la Unión Europea y el anterior Gobierno de España con humildad, como somos y sabemos hacer las cosas los extremeños. Avanzando sin hacer ruido como hemos hecho en otras Comunidades Autónomas que conocen bien nuestra ADN como Madrid, Catalunya o el País Vasco.

- ¿Gobernar en minoría en Extremadura le ha obligado a tomar decisiones que no quería o aplazar otras que considera más prioritarias?

- Siempre he tomado las decisiones que debía tomar en cada momento y puedo decirle que con mucho diálogo detrás. No me arrepiento de ninguna y duermo muy tranquilo. Todo el mundo sabe además que tengo la tensión baja. La labor de un presidente es acercarse al pueblo, ya en la oposición me gustaba ponerme las zapatillas y tener el despacho en la calle y llegar a acuerdos con quienes gobernaban entonces. No creo en la política del no permanente como muchos ciudadanos tampoco lo creen. Y ahí sigo, haciendo política en la calle, no he cambiado nada, desde mi ventana veo toda Extremadura. Ésa es mi manera de entender un Gobierno autonómico y no acepto otras. Evidentemente cuando se gobierna en minoría, hay procesos que llevan más tiempo, pero sí le digo que tomaría las mismas decisiones con mayoría absoluta que sin ella, porque sé que lo que hacemos es lo que hay que hacer y tenemos además una estrategia y una hoja de ruta muy clara que va a dar resultados gobierne quien gobierne en el futuro nuestra región.

- ¿Considera que los españoles entenderán todos los sacrificios que les ha pedido Mariano Rajoy? ¿Cómo ve al presidente?

- Creo que éste es un tiempo político muy complicado para acertar, pero precisamente ante el desafío económico más importante de la historia de España, los extremeños y los españoles decidieron a quiénes querían al frente para superarlo. Son muchos los sacrificios que estamos haciendo, ninguno caerá en saco roto, a mí tampoco me gustan, pero durante los últimos años ha habido mucho gobernante al que le gustaba decir “sí” y ahora a nosotros nos toca decirles ‘no’. Tenemos que gestionar el dinero de todos y con ese dinero, que no es propiedad de nadie, lo fundamental es garantizar los servicios públicos. Cualquier presidente, regional o nacional, querría contentar a todos y tener fondos suficientes para todas las demandas ciudadanas. Pero es tiempo de priorizar, de impulsar las políticas que son imprescindibles para salir de esta situación y cuando comencemos a comprobar que estas medidas dan resultados, cuando llegue la recuperación, los españoles sabrán que hicimos lo que había que hacer, sin pensar en las próximas elecciones sino en las próximas generaciones. Yo creo que el presidente Rajoy será más valorado cuando se vaya que durante su mandato. Es el presidente que está liderando una transición económica, aunque nadie lo quiera decir claro. Ha frenado parte del tsunami que se nos venía encima, ésa era la parte fácil para un buen gestor y alguien experimentado como él, la difícil es que la sociedad le acompañe en la salida. Y ahí todas las fuerzas políticas, económicas y sociales tenemos un deber que asumir por encima de los intereses particulares de cada uno.

- ¿Los ciudadanos deben prepararse para un 2013 más duro que 2012?

- En 2012 los extremeños y los españoles hemos realizado grandes esfuerzos para asentar las bases de la recuperación. 2012 ha sido el año de la estabilidad en las cuentas públicas y de la consolidación fiscal, 2013 debe ser el año de la estrategia de crecimiento económico como país y como región, en 2014 deben producirse los primeros resultados y en 2015 tenemos que estar en condiciones de sumarnos al crecimiento económico internacional. Ése es el calendario con el que trabajamos en Extremadura y estoy convencido que es el que maneja el Gobierno de España. Los extremeños y los españoles saben que están en buenas manos.

- ¿Entiende la oposición que está haciendo el PSOE tanto en Madrid como en Mérida?

- Es que el PSOE no está haciendo oposición porque no tiene programa ni hoja de ruta y así es imposible hacer oposición. No han asumido que lo hicieron rematadamente mal y que perdieron holgadamente las elecciones. A mí no me gusta ver al Partido Socialista tumbado en la lona. Desde aquí le tendemos la mano al PSOE, pero al PSOE auténtico. Porque no estamos para perder el tiempo. Si se suman a la política de la verdad, perfecto. Pero si continúan con sus inseguridades, sus debates de personas y programas, no estamos para practicarles un psicoanálisis. En año y medio sólo se han dedicado a criticar y hacer demagogia sin propuestas ni alternativas. Sobran palabras y faltan ideas, al menos una, como diría aquel.

- ¿Le preocupa que, tal y como señalan las encuestas, los ciudadanos definan a los partidos políticos como parte del problema y no de la solución? ¿Teme que aumente la desafección ciudadana de la política?

- Los ciudadanos deben confiar en sus políticos, porque ésa es la fortaleza de nuestra democracia. No se puede generalizar en ningún caso porque tanto en Extremadura como en España hay políticos honrados de todos los signos políticos. Pero es cierto que si queremos recuperar la confianza de la gente, debemos tomarnos muy en serio que los ciudadanos vuelvan a creer en la política, en nuestra vocación de servicio público y en que somos capaces de gestionar el dinero público con pulcritud, eficiencia, transparencia y máxima responsabilidad. Sólo así recuperaremos la confianza de aquellos por y para quienes decidimos dedicarnos un día a servir a Extremadura y a España.