Hollywood se mira al ombligo

Derrochan glamour, son objeto de envidia por parte de millones de personas en todo el mundo y, en muchos casos, guardan más de un cadáver en el armario. Una combinación que les convierte en material perfecto para hacer una buena película. Hollywood, siempre proclive a desmenuzar a las grandes figuras del pasado, es consciente de que cuenta con una mina casi inagotable dentro de sus dominios y tiene la determinación de explotarla al máximo. La industria del cine se mira cada vez más al ombligo y son numerosos los proyectos en marcha que tratan de arrojar nueva luz sobre los hombres y mujeres que han encarnado los sueños de las sucesivas generaciones que han pasado por el mundo desde que los hermanos Lumière inventasen el cinematógrafo cuando el siglo XIX tocaba a su fin.

Los hay para todos los gustos y alguno de ellos ni siquiera tienen como destino la gran pantalla. Es este el caso de 'Liz & Dick', un telefilme que la cadena estadounidense Lifetime tiene previsto estrenar a finales de año y del que esta semana se distribuyó la primera imagen. Dirigida por Lloyd Kramer a partir de un guión de Christopher Monger, supone el regreso de Lindsay Lohan tras un par de años saltando del centro de rehabilitación al juzgado. Desechada por los productores de 'Lovelace', el biopic de la estrella porno Linda Lovelace, a causa de los continuos escándalos que ha protagonizado en los últimos tiempos, la antigua chica Disney busca la redención metiéndose en la piel de Elizabeth Taylor, la 'gata' de los ojos violeta cuya tormentosa relación con Richard Burton, al que pone rostro Grant Bowler, es el hilo conductor de la cinta.

La irresistible Marilyn

Ocho veces pasó Liz Taylor por el altar y a lo largo de su carrera cosechó numerosos premios, incluyendo dos Oscar. Cinco matrimonios menos tuvo Marilyn Monroe y jamás fue nominada a los galardones más prestigiosos del firmamento cinematográfico. Pero su vida es, seguramente, la que mayor atención ha suscitado desde que mudase el nombre de Norma Jean Baker por el que acabaría provocando una sonrisa cómplice entre los hombres cada vez que era pronunciado. La 'tentación rubia' ya fue objeto de la mirada de Simon Curtis en 'Mi semana con Marilyn', una película con la que Michelle Williams se metió al público en el bolsillo y que permitió a Kenneth Branagh calzarse los zapatos de Lawrence Olivier y a Julia Ormond vestirse de Vivien Leigh.

Ahora es Andrew Dominik quien trata de sacar adelante un proyecto que empezó a gestarse hace un par de años y al que Brad Pitt trata de dar nuevo impulso a través de su productora Plan B. 'Blonde', basada en el libro homónimo de Joyce Carol Oates, ofrecería una visión de conjunto sobre la rubia más famosa de la historia, a diferencia de lo que ocurría con el filme de Curtis, centrado únicamente en el periodo en el que Marilyn rodaba con Olivier 'El príncipe y la corista'. Al frente del reparto estará Naomi Watts.

Hitchcock y Grace Kelly

Una buena amiga de esta última, Nicole Kidman, es la elegida para encarnar a otra de las rubias más deseadas de la historia del cine, Grace Kelly, en un filme que dirigirá Olivier Dahan ('La vida en rosa') y que analizará el papel jugado por la princesa de Mónaco en las tensiones desatadas entre el principado y Francia en los primeros meses de 1962. Un filme que contará con un presupuesto de unos 30 millones de dólares y que podría servirle a la protagonista de 'Cold Mountain' para revitalizar una carrera que anda un tanto alicaída en los últimos tiempos.

Anthony Hopkins, por su parte, se ha metido en la piel del director que tuviera a Grace Kelly como una de sus favoritas. 'Hitchcock' explora el rodaje de uno de los títulos más populares del maestro del suspense, ‘Psicosis’. Sacha Gervasi se sitúa tras la cámara en un filme que cuenta con un cartel de lujo: Scarlett Johansson, como Janet Leigh; Jessica Biel, como Vera Miles; Helen Mirren, como la esposa del cineasta, Alma Reville; y James D’Arcy, como Anthony Perkins.

Aún hay más. Jeremy Renner, que actualmente saborea el éxito cosechado en la taquilla por 'Los vengadores', producirá y protagonizará un biopic sobre Steve McQueen ('Papillon') cuyo guión correrá por cuenta de James Gray ('La noche es nuestra') y que constituirá la ópera prima como director de Ivan Zachariás. Y Martin Scorsese lleva años planeando hacer una película sobre la vida de Frank Sinatra y ya dijo en su día que su intención era contar con Al Pacino en el papel de 'La voz' y con Robert De Niro en el de uno de los integrantes del 'rat pack', Dean Martin.

Un auténtico aluvión de proyectos que vienen a sumarse a la larga colección de títulos en los que las estrellas del cine actual insuflan nueva vida a las grandes leyendas del pasado. 'El aviador' (Martin Scorsese, 2004), con Cate Blanchett caracterizada como Katharine Hepburn, Kate Beckinsale como Ava Gardner, Gwen Stefani como Jean Harlow o Jude Law como Errol Flynn; 'Chaplin' (Richard Attenborough, 1992), con Robert Downey Jr. interpretando al protagonista de 'El gran dictador' y Kevin Kline haciendo de Douglas Fairbanks; o 'Ed Wood' (Tim Burton, 1994), con Johnny Depp encarnando al denominado como peor director de todos los tiempos, son buenos ejemplos de la pasión de Hollywood por contemplarse en el espejo.