Ricky Rubio habla con Pau Gasol. / Archivo
BALONCESTO | JUEGOS OLÍMPICOS

Los dolores de cabeza de Scariolo

La lesión de Ricky Rubio, la operación de Rudy Fernández y la incertidumbre profesional por la que pasa Pau Gasol, despiertan las dudas sobre la selección española a escasos cuatro meses para la cita olímpica

MADRID Actualizado: Guardar
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A menos de cuatro meses para el comienzo de los Juegos Olímpicos, Sergio Scariolo estará cuando menos preocupado al repasar los nombres de su lista para Londres. Alguno de los que tenía marcados en negrita se le han caído, otros han sufrido serios problemas físicos y su gran estrella ha vivido durante meses en la incertidumbre de estar en todas las quinielas de traspasos de la NBA, algo que se volverá a repetir en verano.

Con este panorama, el técnico deberá afinar mucho para que el objetivo de alcanzar una nueva final olímpica ante Estados Unidos sea factible. Los Gasol, Calderón, Navarro, Rudy, Llull e Ibaka son indiscutibles. Del conjunto que ganó el último oro europeo (restado ya el lesionado Ricky Rubio) Reyes y San Emeterio también tendrían su plaza, mientras que Sada y Claver no tienen su asiento asegurado. El del Barça no está jugando al nivel del año pasado, pero la necesidad de llevar a un base que supla al jugador de Minnesota puede abrirle de nuevo la puerta. El ala-pívot del Valencia no carece precisamente de talento para la posición que más dudas ha presentado en los últimos años, pero en sus ya numerosas presencias con la Roja no ha logrado convencer a nadie de que el alero alto es de su propiedad. El otro candidato al puesto de Claver, Carlos Suárez, lanzó piedras contra su propio tejado con unas declaraciones subidas de tono cuando fue descartado en la última convocatoria y sorprendería mucho su inclusión de cara a los Juegos.

Pese al nivel del baloncesto nacional de los últimos años, España ha iniciado ya el proceso por el que pasaron otras selecciones que pusieron en duda el dominio de los sucesivos ‘Dream Team’ norteamericanos, como Argentina, y las bajas en el ‘núcleo duro’ del equipo nacional restarían posibilidades de sumar una medalla a los éxitos de la generación del 80.

Tres nombres, tres problemas

Los dolores de cabeza de Scariolo se los provocan fundamentalmente tres nombres. La primera ausencia importante es la del hombre qué más había impresionado a los estadounidenses, Ricky Rubio. El chico de oro ha superado las altas expectativas levantadas con su llegada a la NBA. En los Timberwolves se había convertido en una de las sensaciones de la liga, pero una grave lesión de rodilla le ha supuesto una operación y una larga convalecencia que durará varios meses.

El exjugador del Real Madrid y del equipo nacional Juanma López Iturriaga ya adelantó hace unas semanas en Murcia que la ausencia de Rubio en Londres generaba un grave problema al seleccionador. El ingenioso comentarista destacaba la calidad de España era innegable, pero reconocía que, mientras Mike Krzyzewski podía elegir entre una pléyade de estrellas para conformar un grupo de doce jugadores de un nivel superior, Scariolo contaba con un bloque de seis-ocho miembros de un talento altísimo pero el resto del combinado no aguantaba en las comparaciones con los NBA.

Rudy Fernández lleva ya algunas temporadas soportando intensos dolores de espalda. Esta semana ha sido operado de una hernia de disco que le mantendrá casi tres meses parado pero estará a tiempo. Un alivio para la Federación Española que sabe que, pese al magnífico trabajo que está realizando de promoción del deporte, de gestión administrativa y con los equipos inferiores, los resultados de su estandarte marcan la imagen que la FEB transmite al exterior.

Pau Gasol es el otro gran quebradero del técnico español. El líder dentro y fuera del campo de la selección va a recibir muchas informaciones durante la concentración y durante el torneo olímpico. Unas serán las propias del mercado de traspasos y otras intentarán solo desestabilizar al gran enemigo hacia el oro del ‘Dream team 2012’. Por suerte, el de los Lakers cuenta con una cabeza tan bien amueblada como alto es su espíritu ganador de cara al gran torneo que le resta por ganar con España. A ese carácter, que se extiende por todos sus jugadores, se agarra Scariolo para mantener la calma. A eso, y a su extraordinaria capacidad para gestionar grupos talentosos para que rindan al mejor nivel cuando llegan los momentos importantes. Por eso, el italiano tiene ya planificado el trabajo de la selección para estar presente en el último partido de los Juegos, el que se disputa el 12 de agosto puedan en el North Greeenwich Arena.