RUSIA

Guerra de cifras sobre los asistentes a las manifestaciones a favor y en contra de Putin

La más numerosa a simple vista fue la organizada por los detractores del primer ministro ruso

CORRESPONSAL EN MOSCÚ Actualizado: Guardar
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La oposición al primer ministro, Vladímir Putin, que organizó dos grandes concentraciones el 10 y el 24 de diciembre con 50.000 y 100.000 manifestantes respectivamente, ha perdido esta vez el control de la calle. Hoy volvió a movilizar a sus partidarios, pero hubo otras tres manifestaciones más en Moscú, una de ellas a favor de Putin. En esta última, según las Fuerzas del Orden, participaron más de 100.000 personas. Primero se dijo que acudieron 90.000 partidarios del jefe del Gobierno, después subieron la cifra a 128.000 y, finalmente, el Ministerio del Interior ruso afirmó que la cifra definitiva ascendía a 138.000.

Por el contrario, las mismas fuentes policiales sostienen que al acto convocado por la oposición asistieron no más de 36.000 personas. El ex diputado, Vladímir Rizhkov, uno de los organizadores de la marcha, afirmó que hubo realmente 120.000. Una cifra similar es el cálculo efectuado por varios medios de comunicación rusos, cuyos corresponsales aseguran que los que apoyaron a Putin no eran más de 50.000.

Sea como fuere, este corresponsal pudo constatar que en la Poklónnaya Gorá, en donde se reunieron los seguidores de Putin, había menos de la mitad de las personas congregadas en la manifestación opositora. Esta discurrió desde la plaza Kalúzhskaya a la plaza Bolótnaya y los asistentes abarrotaron toda la calle Bolshaya Yakimanka. La impresión es que había por lo menos la misma cantidad de gente que en la avenida Sájarov el pasado 24 de diciembre (unas 100.000 personas). Bien es cierto que, debido al intenso de frío, a esa hora en Moscú se registraron en torno a los 20 grados bajo cero con un viento que cortaba el cutis, la mitad por lo menos decidieron prescindir del mitin en la Bolótnaya e irse a casa. Y es que los dos kilómetros largos que separan las dos plazas se tardaron en recorrer más de una hora y con ese frío es difícil aguantar en la calle más de 40 minutos.

Repetición de elecciones

En la Bolótnaya intervinieron Rizhkov, el economista Grigori Yavlinski, líder del partido liberal Yábloko, cuya candidatura a las presidenciales del 4 de marzo ha sido rechazada por la Comisión Electoral Central, Serguéi Udaltsov, coordinador del Frente de Izquierdas, el ultranacionalista Alexánder Belov y Yuri Shevchuk, solista del grupo DDT, que cantó además dos conocidas canciones rusas. Estuvieron también presentes el exministro, Borís Nemtsov, varios periodistas, escritores e incluso el multimillonario y también candidato a las presidenciales, Mijaíl Prójorov.

Pidieron a Putin que se vaya, también la repetición de las elecciones parlamentarias de diciembre, la liberación de todos los presos políticos, la dimisión del presidente de la Comisión Electoral Central, Vladímir Chúrov, y la inclusión de Yavlinski en la lista de candidatos a las presidenciales. Además de los globos blancos a favor de elecciones limpias, ondearon banderas rojas y la tricolor negra, blanca y amarilla de los nacionalistas. Planean convocar otra manifestación antes de que termine febrero, probablemente el domingo día 26.

En Poklónnaya Gorá tomaron la palabra los escritores Nikolái Starikov, Eduard Baguírov y Alexánder Projánov, los presentadores televisivos, Maxim Shevchenko y Mijaíl Leóntiev, y varios politólogos defensores de Putin, entre ellos Alexánder Duguin. Salvo Shevchenko, que fue el más moderado, ningún otro exigió unas elecciones transparentes. Además de pedir el voto para Putin, centraron sus críticas en la “peste naranja”, por la revolución habida en Ucrania en 2004 y en referencia a la oposición que en ese momento se acercaba ya a la plaza Bolótnaya, a quienes acusaron de haberse “vendido” a Washington. Arremetieron con especial saña contra Estados Unidos.

En Moscú hubo esta mañana otros dos mítines más, uno convocado por los ultranacionalistas del Partido Liberal Democrático, Vladímir Yirinovski, al que acudió no más de un millar de personas, y otro en la avenida Sájarov de los demócratas (Konstantín Borovói y Valeria Novodvórskaya) que no quisieron ir la Bolótnaya porque había ultranacionalistas y comunistas. Hubo unas 150 personas. En San Petersburgo y en muchas otras ciudades rusas se celebraron también concentraciones de uno u otro signo.