Balotelli, ¿por qué siempre tú?

Insiste en interpretar un papel de díscolo incomprendido que enmascara su incuestionable calidad y entorpece su gran potencial. Mario Balotelli (Italia, 1990) es catalogado como uno de los delanteros con más futuro del mundo, sin embargo es más proclive a ser noticia por temas envueltos en polémica que por sus goles en el Manchester City.

El italiano, de padres ghaneses, fue sancionado con cuatro partidos de suspensión tras pisar la cabeza de Scott Parker durante el partido que disputaban los 'citizen' ante el Tottenham el pasado domingo. Tras la acción se disculpó, vio la cartulina amarilla, siguió jugando, provocó un penalti y marcó el tanto de la victoria para que los de Mancini sigan líderes de la Premier.

Es tan irreverente como talentoso y presenta un expediente repleto de estupideces que apenas permiten reconocer lo buen futbolista que es. 'Super Mario' se supera día a día. Es amado y odiado a partes iguales. Para algunos es un impresentable y otros le adoran como alguien especial. Capaz de lo mejor y lo peor tiene como asignaturas pendientes la profesionalidad y la humildad. Descubrir cómo funciona su cerebro tras sus extravagantes peinados es un caso aparte.

«La vida es corta para ser un tipo serio»

Siempre será recordada la camiseta con la que celebró su primer gol en Old Trafford en la humillante goleada recibida por el Manchester United el pasado mes de noviembre: 'Why always me?' (¿Por qué siempre yo?). La frase hacía referencia al protagonismo que acaparó en los medios británicos tras incendiar su casa cuando tiraba fuegos artificiales en su propio cuarto de baño. Y es que el delantero prometió varias veces enderezar el rumbo de su vida pero no llega a conseguirlo. «Es demasiado corta como para ser un tipo serio», declaró hace tiempo.

Pese a que sus buenas actuaciones en el terreno de juego se antojan esporádicas, la afición del City le quiere y cada vez que procede entonan una canción dedicada a la lista de excentricidades que acumula 'Super Mario': «Ooooooh Balotelli, he’s a striker, he’s good at darts, an allergy to grass but when he plays he’s fuckin’ class, he drives around moss side with a wallet full of cash». No obstante él , como buen rebelde, no celebra los goles cuando juega como local porque asegura que «los elogios me provocan fuego interior y sonrío por dentro». Todo un personaje.

«Goles y escándalos»

Menos sonrisas le ha provocado a Mancini, actual técnico del Manchester City, con quien tiene una relación de amor-odio que en ocasiones roza el límite. El entrenador confía en su calidad pero no puede evitar que éste le saque de quicio cada dos por tres con ese carácter infantil que arrastra el ariete. Mancini sabe que las prestaciones que puede darle al equipo serían mucho mayores si Balotelli mantuviera la cabeza en su sitio y dejara de aparecer en los periódicos cada vez que hace una locura. «Todos los días estoy peleando con Mario. Hay ocasiones en las que me gustaría darle un puñetazo», dijo una vez Mancini. El delantero, egocéntrico y con fama de pendencieron, le respondió a su estilo: «Aunque quisiera no podría hacerlo, hago Thai Boxing».

Está encantado de haberse conocido y su ego no lo pierde en ningún momento. «¿Quién más podría haber ganado este premio si no yo?», dijo tras recibir el Golden Boy en 2010 al mejor menor de 21 años. «Sólo hay un futbolista mejor que yo, Messi, los demás están por debajo», sentenció. Además en ese momento no dudó de hacer algún comentario fuera de lugar sobre sus rivales. «¿Wilshere? No lo conozco, no sé quién es. Pero si jugamos contra el Arsenal, me acercaré mucho a él para enseñarle este trofeo y que pueda verlo de cerca».

Balotelli no deja indiferente a nadie e incluso la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, le dedicó un reportaje especial donde decía que era «el hombre más interesante del fútbol porque asegura goles y escándalos».