CICLISMO | VUELTA A SAN LUIS

Contador dejó la montaña a pubiano

Elia Viviani ganó al sprint una etapa en la que se superaron los 40 grados de temperatura

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Los aficionados se agolpan alrededor de la furgoneta en la que Alberto Contador se cambia de ropa después de la etapa. «Una foto, una foto, por favor».

Contador saluda. Se le nota la fatiga en su rostro. Está rojo, como un semáforo, del calor que ha pasado durante los 200 kilómetros de una etapa que ganó un joven italiano, Elia Viviani, de 23 años de edad, que fue subcampeón del mundo de scracht en 2011 y que quiere estar en los Juegos Olímpicos de Londres, en pista. El año pasado fue campeón de Europa de pista en velocidad. El año pasado logró ocho triunfos, ninguno de ellos en grandes escenarios del ciclismo mundial, pero manteniendo una progresión constante en su carrera que le puede llevar a ser un hombre importante en unos años.

El sol ha vuelto a castigar al pelotón de esta Vuelta a San Luis, con una temperatura que en muchos momentos de la etapa se ha acercado a los 40 grados, que sobre el asfalto ha llegado a los 50. La fatiga se deja sentir en un Contador que prefiere casi el frío a tener que soportar un desgaste físico tan importante. Una cosa es calor y otra lo que se vivió ayer. Menos mal que el primer día de la carrera llovió y ha mitigado en cierta medida lo que ha llegado después.

Le dejó, tal y como suena, el premio de la montaña a Miguel Rubiano (Androni), que estuvo metido en una escapada de doce corredores que llegó a tener cerca de doce minutos de ventaja y que colocó de líder durante muchos kilómetros al argentino Josué Moyano (Caja Rural), en la que también estuvo su compañero de equipo, el polaco Karol Domagalski, que rueda con maestría por terreno plano sacando partido de su corpulencia.

Saxo Bank no se preocupó de tumbar la fuga, le hubiera costado muy poco, y al equipo del líder, Omega tampoco le iba nada en una escapada que les venía bien a todos y dejaba que equipos más modestos intentasen lo que luego se vería imposible puesto que las formaciones más fuertes no dejaron pasar la posibilidad de poder ganar.

No sólo Caja Rural metió dos ciclistas en la escapada. También lo hizo el Andalucía con Rosendo y Roldán. Ese grupo llevo el peso de una jornada que tenía garantizada una llegada al sprint. Viviani dejó un día más sin opciones a Juan José Ahedo, que fue también segundo en la primera etapa en la que se impuso Chicchi. Fran Ventoso (Movistar) finalizó cuarto y Tom Boonen, quinto. Alberto Contador no tuvo mayores problemas, salvo la temperatura, axfisiante, que complicó mucho la vida a los corredores. Le general no se va a mover, ni nadie le va a quitar el triunfo a Levi Leipheimer.

No queda terreno para poder intentar nada serio y como viene sucediendo en los últimos años, en todas las carreras, la contrarreloj termina por resultar más decisiva que las llegadas en alto, donde hay más igualdad y cuesta hacer diferencias, al menos en unas llegadas en subida como las que hay en Argentina, que son ideales para el mes de enero, donde no conviene cargar de dureza los recorridos.