CUMBRE POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Principales puntos del acuerdo de Durban

La conferencia climática, bajo los auspicios de la ONU, salvaba así lo muebles 'in extremis' con un acuerdo de mínimos que no convenció a todos

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Los representantes de unos 190 países aprobaron el domingo en la conferencia sobre el clima de Durban (Sudáfrica), una 'hoja de ruta' para un acuerdo global en 2015 destinado a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero que debería implicar por primera a todos los países. La conferencia climática, bajo los auspicios de la ONU, salvaba así lo muebles 'in extremis' con un acuerdo de mínimos que no convenció a todos. El objetivo es que este acuerdo, cuya naturaleza jurídica exacta debe ser todavía discutida, entre en vigor "a partir de 2020".

Extensión del protocolo de Kioto

Tras el fracaso de Copenhague en 2009 para alcanzar un nuevo acuerdo internacionalmente vinculante, que volvió a repetirse un año después en Cancún, surgió un vacío legal parcial mientras los países se dieron cuenta de que la redacción de un nuevo tratado de la ONU era extremadamente lenta.

El pacto del domingo extiende Kioto, cuya primera fase de reducción de emisiones va de 2008 a 2012. El segundo periodo de compromiso se desarrollará del 1 de enero de 2013 a finales de 2017. Hubo un acuerdo de extender Kioto cinco años más, pero los abogados tendrán que hallar una forma de ajustarlo a la legislación europea vigente.

Forma jurídica

Los delegados aceptaron comenzar negociaciones para un nuevo tratado legalmente vinculante que se decidirá en 2015 y entrará en vigor en 2020. El proceso para hacerlo, denominado Plataforma de Durban para la Mejora de Acciones, sería "desarrollar un nuevo protocolo, otro instrumento legal o una solución pactada con fuerza legal que se aplicará a todas las Partes en la convención del clima de la ONU", por parte de un grupo de trabajo. La naturaleza exacta del "instrumento legal" o "solución pactada" aún está por decidirse.

Ambición

Los delegados decidieron que el proceso hacia un nuevo instrumento legal deberá "elevar los niveles de ambición" en la reducción de los gases de efecto invernadero a los que se atribuye el calentamiento global. A petición de la UE y de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), los delegados aceptaron lanzar un plan de trabajo para identificar las opciones para cerrar "la brecha de la ambición" entre los actuales compromisos de los países de reducción de emisiones para el 2020 y el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados.

Transparencia

El Paquete de Durban pone en funcionamiento nuevas disposiciones para hacer más transparentes las acciones emprendidas tanto por los países ricos como por naciones en vía de desarrollo para hacer frente a las emisiones. Esta es una medida clave para generar confianza entre las partes.

Financiación

Los países pobres tienen más necesidad de financiación para poder pagar la adaptación al calentamiento global y la introducción de energía de bajas emisiones y procesos industriales. En el contexto de una crisis de deuda soberana, las naciones desarrolladas también tienen problemas para desviar dinero más allá de recursos a corto plazo que expiran a finales del próximo año.

Las conversaciones de Durban abrieron el camino para el diseño de un Fondo del Clima Verde que canalice hasta 100.000 millones de dólares para el 2020 a los países más pobres, pero no avanzaron en establecer de dónde saldrá ese dinero.

Nuevos mecanismos de mercado

Las conversaciones acordaron también definir nuevos mecanismos de mercado bajo un tratado sucesor del Protocolo de Kioto, pero se decidió dejar la elaboración de las normas al próximo año.

Los delegados decidieron que el mecanismo deberá operar bajo la Conferencia de las Partes del UNFCCC (Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático) y "tener en cuenta las diferentes circunstancias de los países desarrollados y en vías de desarrollo".

La EU quiere que cualquier nuevo mecanismo de mercado de reducción de gases de efecto invernadero fuera de Kioto se convierta en ley internacional para evitar la fragmentación del mercado de carbono internacional. Las partes trabajarán ahora en el desarrollo de un marco para los nuevos mecanismos durante los próximos 12 meses con la intención de presentar sus recomendaciones en la cumbre de Qatar a finales de 2012. Las reglas deben asegurar la integridad medioambiental de los nuevos mercados, intentar evitar la doble contabilidad y garantizar una disminución neta de las emisiones de CO2.

Captura y almacenamiento

Las negociaciones de Durban acabaron con seis años de debate sobre si la tecnología de captura y almacenamiento del carbono podría reunir las condiciones para compensaciones de carbono bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio.

El esquema de Kioto recompensa a los gobiernos y empresas que invierten en proyectos de energía limpia en países en desarrollo con créditos carbono, que pueden comprar y vender con fines de lucro.

Las nuevas reglas obligan a los desarrolladores de proyectos a colocar un 5 por ciento de las ganancias con los créditos de carbono en una reserva, que se les reembolsará solo después de que observadores hayan comprobado que no ha habido filtración de dióxido de carbono desde el almacén subterráneo 20 años después del final del periodo de acreditación.

Reducción emisiones y deforestaciones

Los delegados aceptaron considerar aportes privados y mecanismos de mercado como las opciones para financiar el programa de reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques, abriendo el camino a miles de millones de dólares de inversión.

Los detalles se discutirán a lo largo del próximo año y podrían pasar años hasta que el programa despegue a gran escala.

Aplicación conjunta

La conferencia de Durban no logró dar nueva vida al mecanismo de Aplicación Conjunta de Kioto, ya que los negociadores de nuevo esquivaron una decisión sobre si se debe permitir proyectos de reducción de emisiones para obtener créditos de carbono más allá del plan de 2012.

Como en Cancún el año pasado, los delegados acordaron retrasar la decisión sobre la conveniencia de separar el futuro de la Aplicación Conjunta de la de Kioto hasta las negociaciones del próximo año.