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Gélido recibimiento a la selección de Japón en Corea del Norte

Los nipones tuvieron que someterse a un control de cuatro horas en el aeropuerto, donde les confiscaron hasta las sopas de sobre

TOKIO Actualizado: Guardar
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La selección de fútbol de Japón tuvo un recibimiento gélido en Corea del Norte, donde perdió este martes (1-0) un partido con nada en juego, salvo el honor, en el marco de las eliminatorias asiáticas del Mundial de Brasil-2014.

Primero tuvo que someterse a un control de cuatro horas tras su aterrizaje en Pyongyang. Según varios diarios japoneses, el equipo llegó a las tres de la tarde y sólo pudo dejar el aeropuerto cuatro horas más tarde, tras haber pasado todo tipo de controles de equipaje y visados, que fueron hasta la confiscación de bananas, chicles o sopas de sobre instantáneas. Los aduaneros norcoreanos riñeron incluso a los jugadores japoneses cuando estos últimos sonreían.

La selección japonesa, ya clasificada para la cuarta ronda de las eliminatorias asiáticas al Mundial, no pudo comenzar a entrenarse hasta las ocho de la tarde, con casi tres horas de retraso, equipada de gorros y guantes, en un estadio Kim II Sung helado.

El martes, antes del inicio del partido, el himno nacional japonés fue silbado por decenas de miles de aficionados norcoreanos, antes de que el del país local fuera cantado con entusiasmo por el público.

Hombres de uniforme formaron detrás de los jugadores en la banda antes del inicio del encuentro, en un estadio sin ninguna publicidad. La multitud ruidosa animó después con pasión cada ataque de los norcoreanos y la tribuna se transformaba regularmente en un póster viviente, ya que los espectadores se agrupaban para formar un inmenso cartón amarillo o rojo.

El árbitro Nawaf Shukralla (Bahréin) repartió ocho tarjetas amarillas a los jugadores norcoreanos. Uno de ellos, Jong II Gwan, recibió dos y fue expulsado (77). "Fue un partido físico en un ambiente difícil", declaró el entrenador italiano de Japón, Alberto Zaccheroni, a la televisión privada japonesa TBS.

La televisión estatal, que contaba con la ayuda de diez cámaras de TBS, se aplicó a una cobertura profesional del partido, limitándose generalmente a mostrar lo que pasaba en el terreno.

En uno de los raros grandes planos sobre el público, se pudo ver a jóvenes norcoreanos vestidos con pesados abrigos sonriendo y animando a su equipo con grandes banderas nacionales.

Los aficionados japoneses apenas pudieron contar con 150 entradas. El último partido entre los dos equipos en Corea del Norte se había disputado hace 22 años.

Japón no tiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte, que pide reparaciones a su antiguo colonizador por las atrocidades cometidas durante la guerra.