Repsol pide a Sacyr y Pemex que rompan su pacto

En la nueva batalla por el control de Repsol, el presidente Antonio Brufau se ha apuntado un tanto al conseguir, por mayoría, un acuerdo del consejo de administración que respalda sus posiciones. El órgano de gobierno de la petrolera ha instado a Pemex y Sacyr a "dejar sin efecto" el acuerdo de accionistas que las dos compañías han suscrito, y por el que alcanzan una proporción cercana al 30% del capital. Votaron en contra los representantes de estas dos compañías, Luis del Rivero y José Manuel Loureda, por el grupo constructor y de servicios, y un directivo de la petrolera mexicana. En un comunicado, anunciaron que impugnarán los acuerdos por entender que se les pretende "quitar sus derechos" y se les ha privado de la información más elemental, con el argumento de un "inexistente conflicto de intereses". Juan Abelló, administrador que ocupa un asiento asignado a Sacyr, en abierto conflicto con Del Rivero, optó por ausentarse.

Además de refrendar cuantas actuaciones que ha puesto en marcha Brufau para desmontar ese pacto -entre ellas, una petición a la Comisión Nacional de la Energía, para que se pronuncie, con el argumento de que Repsol tiene el control de Gas Natural Fenosa, una compañía regulada-, el consejo ha acordado una reforma estatutaria por la que se delimitan de forma muy estricta las incompatibilidades de los consejeros y se establecen barreras para limitarlas.

En concreto, la modificación de los artículos 19 y 22 del reglamento del consejo se propone reforzar con carácter de urgencia, los mecanismos de protección del interés social de Repsol ante dos situaciones de conflicto que se han planteado justamente a raíz del acuerdo entre Sacyr y Pemex: el nombramiento como consejero de un competidor, y la aprobación de operaciones vinculadas que impliquen activos estratégicos y que impliquen la transferencia de tecnología relevante.

Junta de accionistas

Solo la junta de accionistas podría en última instancia dar luz verde a la actividad competidora de un consejero, por mayoría del capital social 'desinteresado', es decir sin contar con el voto del capital implicado, en este caso, el 30% de la petrolera en manos de Sacyr y Pemex.

El apoyo de los consejeros independientes fue decisivo para sacar adelante estas resoluciones, así como la expresión de "total confianza" en la gestión desarrollada por el presidente Brufau y su equipo. A la Comisión de Nombramientos y Retribuciones se le ha encomendado elaborar una propuesta articulada para reforzar las medidas de protección del interés social. Estos mismos consejeros independientes han recibido el encargo de preparar un informe para determinar los riesgos, daños y perjuicios que la alianza entre Sacyr y Pemex pueda ocasionar a la petrolera.