Fans de 'Star Wars' disfrazados de soldados imperiales. / Archivo
DEMANDA POR 20 MILLONES

George Lucas pierde 'la guerra' de los trajes imperiales

El Tribunal Supremo británico permite al diseñador de los uniformes de los soldados de la saga 'Star Wars' seguir vendiendo réplicas en Europa

LONDRES Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo británico ha dado la razón al diseñador de los uniformes de los soldados imperiales de la famosa saga cinematográfica 'Star Wars' ('La Guerra de las Galaxias') en su largo contencioso judicial contra George Lucas.

La alta corte ha dictaminado que Andrew Ainsworth, un ciudadano británico de 62 años que en 1977 diseñó los uniformes y cascos blancos de los malvados soldados del Imperio, podrá seguir vendiendo réplicas en Europa, según ha informado la cadena BBC.

Estima que ello no infringe las leyes de propiedad intelectual británicas al no tratarse de obras artísticas. Sin embargo, el Tribunal ha decidido que Ainsworth no podrá exportar las réplicas a Estados Unidos porque allí sí violaría la legislación vigente.

Este proceso judicial se remonta a 2004, cuando la productora Lucasfilm presentó en EE UU una demanda por 20 millones de dólares contra el diseñador de los uniformes imperiales, proceso que en 2008 se trasladó al Reino Unido. Antes de que hoy se pronunciase el Supremo, dos tribunales de menor rango ya habían dado la razón en 2008 y 2009 al diseñador británico en la demanda presentada por Lucasfilm.

"David le puede ganar a Goliat"

Andrew Ainsworth vende desde hace ocho años réplicas de los trajes blancos, que fabrica en su estudio de Twickenham (oeste de Londres) con los mismos moldes e instrumentos que utilizó en 1977. "Estoy orgulloso de ver que en el sistema legal inglés David le puede ganar a Goliat", ha señalado Ainsworth en un comunicado en referencia a su lucha contra Lucas, cuya fortuna está estimada en más de 2.000 millones de dólares.

Por su parte, un portavoz de Lucasfilm ha considerado que la decisión de la justicia británica "mantiene una anomalía", puesto que "trabajos artísticos y creativos diseñados para el cine pueden no tener protección en el Reino Unido".