tensión en el mundo árabe

Segundo día de protestas políticas en Yemen

Miles de manifestantes de la oposición se echan a la calle en unas protestas alimentadas por el reciente triunfo de la revolución egipcia

SANÁ Actualizado: Guardar
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Miles de manifestantes de la oposición yemení se han concentrado por segundo día consecutivo contra el régimen del presidente Ali Abdalá Saleh en la Universidad de Saná, en unas protestas alimentadas por el reciente triunfo de la revolución egipcia. En la marcha, que se ha desarrollado pacíficamente, han participado cerca de 5.000 personas reunidas en el recinto universitario de la capital de Yemen, el país más pobre de la península arábiga.

A pesar de que a las afueras del campus se habían congregado medio centenar de partidarios del presidente Saleh, no se han registrado choques con la policía ni entre los grupos políticos rivales. Un grupo de manifestantes de la oposición ha intentado desplazarse hasta el palacio presidencial, pero los policías les han impedido llegar hasta allí y enseguida han disuelto las protestas. Tres periodistas que cubrían la información han sido detenidos durante varias horas.

Al igual que en la protesta de ayer y en otras de las jornadas anteriores, los manifestantes de la oposición piden la renuncia del presidente Saleh y reformas políticas. "Ali, vete, vete" ha sido uno de los lemas más coreados por los opositores al régimen. "Nuestra demanda es clara: queremos cambios", gritaban también los manifestantes.

Un país desestabilizado

En la marcha de ayer, centenares de partidarios del presidente yemení disolvieron con armas blancas y bastones la concentración de la oposición en el centro de Saná. La embestida de los seguidores del mandatario tuvo lugar cuando alrededor de 2.000 manifestantes de la oposición yemení, que habían iniciado su marcha en la Universidad de Saná, se aproximaron a la plaza Tahrir. Allí se encontraban unos 5.000 partidarios del régimen de Saleh celebrando un mitin de apoyo al mandatario.

Estas protestas se producen en Yemen al calor de las revueltas populares que terminaron en las últimas semanas con los regímenes que encabezaban Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto. Yemen es una de las naciones de la región que más riesgos corre de que haya una grave desestabilización política. Además de la pobreza y la falta de libertades, el régimen de Saleh está expuesto a las acciones continuas de Al Qaeda, que tiene bases en este país, así como a un intento de secesión del sur y a una rebelión chií en el norte.

La presión de los grupos de la oposición forzó el pasado 2 de febrero a Saleh a echarse para atrás en unas reformas constitucionales que preveía realizar para seguir en el poder. Saleh, presidente de Yemen desde la unificación entre el norte y el sur, en 1990, ha sido reelegido en 1999 y 2006. La Constitución actual, aprobada en 1991, no permite al presidente buscar una nueva reelección en los comicios del 2013.