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El Barça se dispara

Los azulgrana también devoran al Málaga y se proclaman campeones de invierno con récord de 52 puntos

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Si algo le faltaba al Barça para salir como un vendaval ante el renovado Málaga de Pellegrini era conocer que su gran rival había pinchado en feudo del colista. Una motivación extra para un equipo imparable, sin límites, capaz de batir todos los récords, como el de cerrar la primera vuelta con 52 puntos. En lugar de ver saciado su apetitito con tanto triunfo, los del Barça siguen devorando registros y rivales. Son duelos muy repetidos, casi aburridos por desiguales. Hubo una diferencia: Messi no acudió a su cita con el gol.

Al margen de los triunfos, de las goleadas y de la diferencia notable que ya tiene sobre el Madrid, cerrado el campeonato honorífico de invierno, hay detalles que siguen sorprendiendo en este Barça y que hablan de su poderío. Con 3-0, y a cinco minutos para el descanso, asusta ver a un ‘Balón de Oro’ presionar como un desesperado la salida de balón del jornalero Weligton, dicho con todos los respetos.

Otro ejemplo de la voracidad culé fue el robo de balón de Busquets a Apoño en la jugada del segundo gol, que se produjo instantes después de que Xavi lanzase una rosca magistral al larguero. Se la quitó lanzándose con arrojo y muy cerca del área visitante. A partir de ahí, encaje de bolillos. Messi encara, asiste a Villa y el ‘Guaje’ no perdona entre las piernas de Asenjo. Se cumplía poco más de un cuarto de hora. Antes, Iniesta clavó el balón desde la frontal junto al palo. Tiró según venía, tal y como aprendió y frecuentó desde que era alevín.

Sin capacidad de reacción

El plan de Pellegrini quedó hecho añicos enseguida. Apostó de inicio por los cinco nuevos en el mercado invernal, pero Asenjo, Demichelis, Camacho, Maresca y Baptista vieron pasar aviones. El chileno pretendió juntar las líneas atrás y cerrar los espacios, como hizo el curso pasado con el Madrid y estuvo cerca de salirle bien en el Camp Nou, pero ante este Barça avasallador casi da igual cómo juegues. Si eres osado, como el Betis en Copa, te llevas cinco. Y si te atrincheras, más o menos.

El tercero llegó, pasada la media hora, tras otra acción de tiralíneas. Se asociaron Messi y Xavi, abortó la ocasión Asenjo en primera instancia, pero Pedro dejó claro que esto es ‘pa’ listos y la empujo. Menos mal para su moral que el Málaga no se descompuso del todo porque le pudo caer un cesto antes del descanso. Y extrañó que Messi erase dos mano a mano con el portero cedido por el Atlético. El único lamento azulgrana era la lesión de Alves. En una arrancada, el brasileño sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo, se detuvo, si tiro al suelo y pidió el cambio. Dejó un par de minutos a su equipo en inferioridad, ya que Adriano tenía que calentar un mínimo, pero no era cuestión de correr riesgos.

El Barça sí bajó el ritmo en la reanudación. Sus jugadores parecieron humanos e incluso el Málaga se pudo desperezar y acortar distancias. Duda no faltó a su cita con los libres directos. Un golazo que despertó a la fiera. Xavi le puso la presa y Villa se la merendó, con regate incluido. Tiempo para Bojan y Afellay.