Jesús Bonilla: «A lo mejor Putin es del Atlético»

Los productores de James Bond no lo consiguieron. Ni tampoco los responsables de El Santo. En cambio, el equipo de Enrique Cerezo logró que Jesús Bonilla rodara en la plaza Roja de Moscú unas escenas de La daga de Rasputín, su segunda locura tras la cámara que se estrena este viernes. "A lo mejor Putin es del Atlético", indica el director con media sonrisa, recordando a su productor y presidente del equipo colchonero. La situación fue extraña, según Bonilla, porque es casi imposible que concedan los papeles. Sin embargo, el equipo de rodaje logró todos los permisos y contó con todas las bendiciones de las autoridades rusas. "Estuvimos cuatro horas pero podíamos haber estado todo el tiempo que hubiéramos querido. Metimos una grúa de 15 metros y dos coches de atrezo. Y además estaban los turistas, que colaboraron. Hay unos dos mil allí", ha explicado el actor.

Bonilla se ha juntado otra vez con Antonio Resines, María Barranco y José Luis Galiardo para continuar con la disparatada historia de la familia Papeles, que ya mostró su vida desastrosa en El oro de Moscú (2002). Al equipo se ha unido Carmen Arche, Carolina Bang, Antonio Molero y Andrés Pajares. Bonilla se ha mostrado sorprendido por la falta de confianza con el veterano actor, más habitual en la información del corazón que en la cinematográfica.

"Es un orgullo trabajar con él. Tiene un papel pequeño, de ruso, pero importante porque desencadena toda la acción", apuntó. Pajares es un ruso nostálgico de Unión Soviética que desea recuperar una vieja joya, la daga de Rasputín, para que el país recupere todo su esplendor. Lo mismo pretenden Jacinto (Resines) y Papeles (Bonilla), que están en una cárcel española.

Entre amigos

Junto a su nuevo compañero de celda, Araña (Molero), se escapan e inician la "disparatada" búsqueda de la joya junto a Alejandra (Barranco) y Carmen (Arche), la mujer e hija del ladrón. Su destino será Rusia, un país que fascina al actor y director. "Me ha gustado mucho la historia del siglo XX y sobre todo los sucesos de 1917. Creo que se ha llevado pocas veces al cine. Así que pensé en hacerlo yo, 'pero siempre con humor que es lo que me gusta", ha indicado Bonilla, que también ha mostrado por la vida de Rasputin. "Fue uno de los personajes cruciales del siglo XX. Si no le hubieran asesinado, posiblemente Rusia se hubiera retirado de la I Guerra Mundial, no había habido ningún 1917, y a lo mejor tampoco el nazismo", elucubró.

Por otra parte, Bonilla consiguió juntar en la película al antiguo elenco masculino de Los Serrano. "Fue fácil. Se adaptó (Antonio Molero) de forma muy rápida a las anormalidades de Resines", apuntó ante las risas de sus amigos. En cuanto a la dirección, el actor toledano no descartó volver a dirigir: "Es difícil, una labor costosa y de gran responsabilidad. Más cómodo es el papel de actor. Pero hay una gran diferencia: cuando acabas tu papel, se te olvida y sientes una gran satisfacción".