crisis política en costa de marfil

Ouattara convoca una huelga general contra su adversario

La protesta, cuyo objetivo es forzar la salida del poder del actual presidente, arrancará el lunes en todo el país y tendrá carácter indefinido

LAGOS Actualizado: Guardar
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El presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha convocado una huelga general indefinida que comenzará este mismo lunes para forzar la salida del poder del actual presidente, Laurent Gbagbo, derrotado en las elecciones presidenciales. "Puedo confirmar que hemos convocado una huelga general en todo el país desde mañana", ha explicado el portavoz de Ouattara, Patrick Achi, en declaraciones a Reuters.

Por su parte, tres presidentes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) viajarán a Abiyán para instar a Gbagbo a que deje la presidencia arfil y facilite la trasmisión del poder a Ouattara, y le advertirán que podrían usar la fuerza para obligarle. El portavoz de la CEDEAO, Sunny Ugoh, ha dicho en Lagos que la delegación, que viajará el próximo martes a Abiyán, la compondrán los presidentes de Benin, Cabo Verde y Sierra Leona, quienes tienen previsto reunirse con Gbagbo, posiblemente acompañados por el presidente de la Comisión de la organización, James Victor Gbeho.

Ahoua Don Mello, portavoz del Gobierno de Gbagbo, acusó ayer, sábado, a los gobernantes de África occidental de "delincuencia política" por la amenaza de usar la fuerza y dijo que Costa de Marfil "tiene una Constitución y unas leyes que se deben cumplir", al tiempo que recalcó que su país "no es un protectorado de la CEDEAO". Mello advertió de que una intervención militar internacional supondría una guerra civil que desestabilizaría la región.

Tras los comicios pasados, la Comisión Electoral Independiente dio la victoria a Ouattara, con un 54% de los votos, frente a un 46 por ciento de Gbagbo, un resultado convalidado por la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI). Gbagbo no admitió la derrota y el Consejo Constitucional, formado por sus partidarios, anuló las votaciones en siete distritos ampliamente favorables a Outtara y le dio el triunfo con un 51,5%, contra el 48,5% de su rival.

Ouattara y Gbagbo se invistieron como presidentes y designaron sendos primeros ministros y gobiernos, lo que ha generado una enorme tensión y ha provocado la violencia en el país, que se encuentra al borde de la guerra civil. La comunidad internacional en pleno ha respaldado a Ouattara y ha exigido a Gbagbo que deje la Presidencia.