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Rozando la incomparecencia

El Barça intentó aplazar el partido por 'comodón' y acabó llegando por los pelos confundido por la Federación, que en un principio aceptó la modificación del choque

Pamplona Actualizado: Guardar
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El Barcelona como entidad puso en peligro este sábado la buena imagen que se ha ganado en los últimos años en el fútbol español. En una jornada marcada por el cierre del espacio aéreo provocado por el motín de los controladores aéreos, el club azulgrana no tuvo reflejos para organizar a primera hora un desplazamiento por carretera o tren a Pamplona, que está a menos de cinco horas de autobús de Barcelona, y se metió en un lío que pudo costarle los tres puntos por incomparecencia.

Obsesionado con evitar el autobús a toda costa, quizás por el triste precedente de la pasada temporada camino de Milán por culpa de la ceniza del volcán islandés (el Inter ganó 3-1 a un equipo cansado en la ida de la semifinal de la ‘Champions’), la entidad culé jugó todas sus cartas para que el encuentro se disputara el domingo, pero al final la treta le salió fatal debido a la lógica negativa de Osasuna. Amenazado con perder los puntos, la expedición tuvo que salir con urgencia a las 16 horas en AVE hasta Zaragoza, donde a las 17.45 horas se subió a un autobús para dirigirse a la autopista rumbo a Pamplona. La entrada al Reyno de Navarra se produjo a las 20 horas, precisamente el horario fijado para el comienzo del choque, aunque Osasuna sí accedió a retrasarlo el tiempo que hiciese falta. Al final se inició a las 20.45 horas entre la bronca de la afición navarra a un Barça al que le costará quitarse la imagen de club 'señorito'.

El Barça se defiende acusando. Comunicó que no le ayudó AENA, que según el club azulgrana dio esperanzas en todo momento de que podría haber un vuelo al mediodía desde Barcelona, ni la Federación española, que reconoció por la tarde a través de su secretario general, Jorge Pérez, que había dado al Barça el visto bueno al aplazamiento del encuentro hasta el domingo a las 17 horas sin haber consultado todavía con Osasuna. El Barça destacó en un comunicado que ha expresado “su indignación a la RFEF porque la indecisión del organismo ha causado un gran perjuicio para los intereses deportivos, a la imagen y a los aficionados del FC Barcelona”.